DÍA 9 – Ciudad de Amber, Fuerte de la ciudad, Observatorio solar y mercado local.

Arrancamos con bastante sueño a las 7am para ir hacia una ciudad llamada Amber que tiene un castillo en la cima de una montaña. El bus nos dejo en un lugar donde estaba lleno de jeeps que nos iban a llevar hasta arriba del todo. Ya arriba la vista era espectacular y el calor también, no sabemos cuanto pero seguro había más de 40 grados. Recorrimos el fuerte y vimos construcciones tanto musulmanas como hindúes, y también mezclas de ambas culturas y religiones.

Después fuimos a recorrer el centro de la ciudad, pasando primero por el palacio de agua, que es un palacio construido en el medio del agua para que el emperador y su arem pasaran allí sus vacaciones.

Después fuimos a un observatorio solar, donde se encuentra el reloj solar más grande del mundo. Nos explicaron como funcionaba y nos contaron que tenía una precisión de 2 segundos de margen de error, realmente era increíble. Además había muchos instrumentos que usando el sol, la posición de la tierra, los signos solares, etc podían saber muchas cosas. La verdad que estaba muy bueno, y aprendimos montón de cosas, aprovechando que el guía hablaba español. Tuvimos suerte porque otros grupos fueron más tarde y se nublo y no pudieron observar los instrumentos del todo bien. Después de todo eso, buscamos una sombra y nos tomamos una muy rica coca, ya que había en ese momento 45 grados. Estábamos muy cansados, con mucho calor y sin dormir mucho y nos llevaron a recorrer el mercado local, donde supuestamente nos habían dicho se podían comprar cosas muy lindas y baratas. Resulto que no fue así, es imposible mirar algo sin que te atomicen los vendedores, vas caminando por la calle y salen de todas las tiendas para que entres y mires. Además te dicen un precio y después entras y te dicen otro, porque te muestran otras cosas, y no hay cosa que a un uruguayo lo molesten más que lo quieran cagar. Así que no compramos nada, porque además de ser insoportable ya conocen al grupo de viaje porque va todos los años, y no nos hacen mucho descuentos. No pudimos aplicar nuestros conocimientos adquiridos de regateo, así que nos fuimos al bus para volver al hotel. Después de una siesta que ya era necesaria, fuimos a la piscina a sacarnos un poco el calor. Nos quedamos conversando un rato con los demás gurises y ya de noche nos fuimos a aprontar las cosas, porque a las 5am salía el tren para volver a Delhi.