23 jul 2015

DÍA 19 – Elefantes y Orquídeas


Teníamos una visita a una reserva de Elefentes, donde íbamos a ver diferentes actividades que hacen. Lo primero que hicimos al llegar fue un paseo en elefante, nos subimos a una plataforma de madera y el elefante se ponía al costado y nos subíamos en unas sillas que tenía en el lomo. Se movía bastante y había que agarrarse bien, el terreno no era muy llano así que estuvo bravo. Subimos y bajamos hasta llegar a un arroyo que cruzamos arriba del elefante. Una vez terminado el paseo volvíamos pero esta vez en un carro tirado por bueyes, así que completita la vuelta. Después de eso fuimos a un paseo el balsa de bamboo por el río, que la verdad fue un embole. Demoró como 1 hora al rayo del sol, y no tenía nada de interesante. Después de todo eso nos pudimos sacar fotos con los elefantes y ver como jugaban con pelotas, como levantaban troncos, como pintaban cuadros y algunas cosas más que les habían enseñado.
 
 
En el camino de vuelta pasamos por un criadero de orquídeas, no teníamos ni idea que fuera tan difícil criar orquídeas y que tuvieran tantos cuidados. Ya en el hotel, arreglamos todo para ir al mercado nocturno nuevamente, pero como era domingo no había nada. Así que fuimos a otro mercado que abría los domingos que estaba más bueno y lleno de gente. Se nos hizo tarde y nos dio hambre y los bares estaban cerrando, eran las 21hs, lo único abierto a esa hora era Mc donalds, así que después de comer ahí volvimos al hotel. Esa noche jugaba Peñarol Racing con la chance de salir campeón del clausura, y lo pasaban también en la pantalla, así que otra vez a levantarse de madrugada para verlo.
 

DÍA 18 – Rafting


Como no pudimos ir a Nepal por el terremoto, en vez de hacer Rafting ahí, lo íbamos a hacer en Chang Mai. Salimos en varias camionetas en un viaje como de 2hs hasta el lugar donde íbamos a agarras los botes para el rafting. En el camino paramos en un mercado muy bizarro donde vendían todo tipo de comida que se pueda llegar a imaginar uno. Había olores muy fuertes y estaba bravo caminar por esos pasillos tranquilamente. Para espantar las moscas tienen unos ventiladores con unos trapos que giran, encima de la carne o las verduras. Había grillos para comprar para comer, pero teníamos miedo de que nos cayera mal por el viaje, así que no compramos. Luego al llegar Gonzalo había comprado una bolsa de grillos así que nos sacamos las ganas y probamos grillos. Estaban buenos, tienen como gusto a maní y no da nada de asco, comimos varios. Ya en el lugar del rafting nos dieron una charla de seguridad y subimos a los botes. Estábamos bastante desanimados porque el río no tenía mucha agua y no era la idea que teníamos del rafting. Nos dijeron que duraba 2hs y pensamos que iba a ser un embole. Por suerte el guía le metía mucha onda y la cosa arrancó divertida, mojándonos ni bien salimos e intentando hablar en español con nosotros. Ibamos adelante del todo así que teníamos todo para nosotros. Empezaron a venir los lugares de rápidos y se puso más divertido el paseo, tuvimos que remar y hacer fuerza, salir de entre las piedras y rescatar al guía en una que casi se cae al agua. Estuvo bastante bueno al final, y terminamos muertos de cansados.
 
 
 
Volvimos al hotel y nos acostamos temprano porque nos dolía todo. Igualmente como esa madrugada estaba la final de la Champions que jugaba Suarez con el Barcelona, y la iban a pasar en una pantalla en el hotel, me desperté a las 2am para bajar a verla. Valió la pena dormir poco para ver a Luisito hacerle el gol en la cara de Evra. Subí a la habitación que Ceci dormía y la tarjeta no me andaba, baje a que me la cambiaran, y subí nuevamente y tampoco andaba. Toque timbre y golpee la puerta, pero Ceci nada. Tuve que volver a bajar y subir con uno del hotel para que me abriera la puerta. Entre y Ceci seguía durmiendo, recién al otro día se enteró lo que me había pasado. Ni se había dado cuenta que había bajado a ver el partido.

DÍA 17 –Chiang Mai


Nos despertamos a desayunar temprano, ya que en la mañana nos íbamos nuevamente en avión hasta Chiang Mai. Llegamos y después de dejar las cosas en el hotel, como no podía ser de otra manera fuimos a recorrer templos. Estuvieron buenos ya que en cada lugar por más que sean parecidos, todos tienen algo diferente. En todos hay budas, pero cada uno tiene algo lindo para ver y sacar fotos. Nos volvimos al hotel y estábamos en la habitación y tocan la puerta y aparece un tipo del hotel con una torta en la mano. Ceci no entendía nada, y el tipo nos decía que era para nosotros y que era gratis. Después de preguntarle como 10 veces si realmente era gratis, aceptamos la torta de chocolate sin entender mucho la situación. Al mirarla bien vimos que decía “Happy Honey Moon” (Felíz Luna de Miel) así que obviamente no era para nosotros y alguna pareja de recién casados se quedo sin torta esa noche. Lo cierto es que estaba muy buena la torta, así que ese día los refuerzos tuvieron su postre de chocolate. Además habíamos ido al 7eleven a comprar cerveza y por tener una chapita diferente que las coleccionamos, compramos una diferente a la de siempre, que resulto ser una especie de medio y medio sin efervescencia. Después de todo eso nos juntamos con los gurises y nos fuimos en tuc tuc hasta el mercado nocturno para recorrer y caminar un poco. Estaba bueno y había muchas cosas y mucha gente. Todo tipo de artesanías, cuadros, esculturas, de gran calidad y bastante baratas.
 


 

DÍA 16 – Vuelta a Bangkok


Salimos de mañana en ferry hacia Ko Samui, donde debíamos cambiar a un bus para irnos al aeropuerto local, donde tomaríamos un avión hasta Bangkok. Al llegar nos fuimos en camioneta hasta el hotel Twin Towers para unirnos al grupo de viaje y hacer el norte de Tailandia. Fue un día que pasamos viajando y no hicimos mucha cosa, llegar y descansar después de tantas horas de viaje.

DÍA 15 – Thai Massage


Amanecimos sobre el mediodía y no nos quedaba otra que ir a la piscina a pasar un rato y sacarnos el calor. Nos hicimos unos refuerzos como ya es costumbre y ahí se nos pasó la tarde. Cuando estaba cayendo el sol fuimos a hacernos “Thai massage”, para ver como era el masaje tailandes que supuestamente es bastante fuerte. Había que probarlo y el lugar era ideal ya que había unas camas al costado del mar para hacerse el masaje. Fuimos los dos y había 2 señoras mayores, con unas manos con pinta de que tenían tremenda polenta, y no nos equivocamos. Nos pusimos boca abajo y arrancaron con el masaje. Arrancó suave y cada vez se fue poniendo más duro. Te tironean los brazos y te hacen sonar todo, se apoyan con todo el peso del cuerpo sobre la espalda, las piernas, los brazos, y te mueven todos los músculos que tenés y que ni sabías que tenías. En una sentí un “uhhhh” de Ceci, y abrí los ojos y mire para el costado y ví a la doña parada arriba de la espalda de Ceci tirándole los brazos para atrás. La señora le dice “Are you OK?” y Ceci respondió que si con un poco de risa y dolor. La verdad que es un masaje duro, pero que está muy bueno, lo recomendamos y lo haríamos de nuevo. Quedas todo descontracturado y muy flojito sin ningún dolor. Después de eso cenamos todos juntos para festejar el cumple de Tepha, con globos y torta incluidos. Era una linda noche y nos quedamos hasta tarde charlando al lado del agua del mar.
 

DÍA 14 – Full Moon Party


El día empezó exactamente igual, piscina y sol en el hotel ya que no había mucha cosa cerca, y además el hotel estaba muy bien. Esta vez comimos en el restaurante del hotel y nos fuimos a dormir la siesta, ya que había que descansar porque de noche estaba la fiesta. En la tardecita nos juntamos todos a tomar algo para hacer la previa de la fiesta. Compramos pinturas fluorescentes ya que en la fiesta todos van pintados, así que entre una cosa y otra nos fuimos pintando. Nos pasaba a buscar una camioneta y nos llevaba a todos, que demoro mucho en venir así que tuvimos que esperar bastante. Teníamos que hacer como 20km ya que era en la otra punta de la isla. Al llegar ya se veía el descontrol, todo el mundo pintado y con ropas fluorescentes. Caminamos por unas callecitas y llegamos a la playa, llena de gente por todos lados. Los boliches pasan música y la gente esta en la arena bailando, y la verdad que es un relajo bárbaro. No es el estilo de fiesta que nos gusta y tampoco estamos acostumbrados, pero era una linda experiencia estar ahí. Caminamos un poco por la playa, esquivando mucha gente para llegar a la otra punta, y también esquivando gente durmiendo en la arena. Después de un rato nos quedamos todos juntos bailando frente a un lugar que pasaban punchi punchi pero que la música tenía algo de letra, así podíamos cantar un poco. Estuvimos hasta que el cansancio y el calor nos hizo irnos. Volvimos hacia donde nos había dejado la camioneta, que era del hostel y nos iba a llevar de vuelta. Estuvo bueno vivirla y ver mucha cosa diferente que solo se ve en esas fiestas en esos lugares, pero ya con una vez de haber ido alcanza.
 



 

22 jul 2015

DÍA 13 – Descansando en Ko Phangan



Nos despertamos y en realidad no hicimos mucho. Nos aprontamos un mate y nos fuimos a la piscina con todos los gurises. Estuvimos toda la mañana ahí, hasta que nos dio hambre y fuimos al super a comprar algo para comer. Nos hicimos unos sándwiches como ya es de costumbre, y volvimos a la piscina más tarde. Cuando se estaba haciendo de noche fuimos a la playa a ver la puesta de sol y nos quedamos un rato en la arena charlando. Después estuvimos un rato más al costado de la piscina escuchando música en vivo de un loco que hacia reggae que estuvo muy bueno. No hicimos mucha cosa más, y nos fuimos a acostar.
 
 
 

DÍA 12 – Llegada a Ko Phangan


Salimos caminando bien temprano con todas las valijas hacia el puerto para tomar el ferry hasta Kotao, y de ahí a Kosamui, donde debíamos tomar un bus de 2 horas, para ir a otro puerto, para tomar otro ferry hasta Ko Phangan. Teníamos que hacer toda esta travesía porque estábamos en una isla al sur de Tailandia, y debíamos atravesar el país que en esa zona es bastante angosto, e ir a una isla del norte.  Después de varias horas de viaje, llegamos al lugar donde en unos días íbamos a ir a la Full Moon Party, que es una fiesta que se celebra en la playa todos los días de luna llena. Del puerto fuimos en camioneta hasta el hotel que quedaba como a 20km, en la otra punta de la isla. Estaba muy bueno el hotel y era muy tranquilo. Tenía una hermosa piscina y una vista espectacular a la playa. Ya era de noche y nos fuimos a una piscina que quedaba en la parte alta del hotel. Después de eso fuimos todos a comer al costado del mar al aire libre, ya que las mesas del restaurante quedan en la arena casi llegando al agua.

DÍA 11 – Playa Loh Moo Dee, Viewpoint y tour de medio día por las islas.


Salimos temprano para otra playa, para conocerla también. Igualmente había que hacer el mismo recorrido y pasar por la long beach y seguir un poco más. Algunos se quedaron en esa playa, y los demás seguimos a conocer la otra nueva. Después de caminar como una hora con subidad, bajadas y mucho calor, llegamos a la playa. Estaba muy buena, no había nadie, solo nosotros, eso estuvo bueno. El agua muy tranquila y transparente, y calentita también. Agarramos la única sombra que daban unos árboles y nos quedamos un largo rato descansnado.

 
 
Después de eso, a las 11 arrancamos hacia el Viewpoint, que es la mayor altura de la isla desde donde se ven las dos playas más grandes y se tiene una vista espectacular. Para llegar había que volver a caminar poco más de una hora, y cada vez con más calor. Se hizo difícil, y fuimos haciendo paradas y tomando agua en cada sombra que encontrábamos. Después de un largo rato llegamos y valio la pena el esfuerzo. Ceci ya había ido con los demás gurises, pero lo hizo de nuevo para ir conmigo y poder tener algunas fotos juntos. Sacamos varias fotos y miramos un rato la linda vista desde arriba.
 
Después arrancamos a bajar por un lado más fácil que nos dejaba ya en el medio del centro de la isla, que nos quedaba más cerca del hostel. Llegamos derecho a bañarnos y esperar a las 13hs para hacerun tour de medio día por las islas en unos barcos chicos. Después de regatear el precio, conseguimos los barcos para todos los que éramos, y salimos. Al principio pensamos que iba a ser medio embole, porque el barco no estaba muy bueno, pero después nos encantó el paseo. Ibamos a recorrer varias playas, entre ellas la Maya Beach, conocida por ser la playa de la película de Leonardo Dicaprio. Nos quedamos como una hora sacando fotos en esa playa espectacular.

 
 
Después de ahí nos fuimos a hacer snorkel a un lugar donde se suponía que se veían muchas cosas, pero no estuvo tan bueno, porque había mucha basura. Luego subimos al barco a comer, y seguimos hasta otro lugar que cuando paramos pensamos que no iba a estar bueno, era todo piedra y no había playa, pero el tipo del barco nos dijo, “tírense acá” y tenía razón. Era como una entrada del mar en un acantilado de piedra, y el agua estaba oscura, pero al bajar la cabeza con el snorkel pudimos ver miles de pescados, de todos los tamaños y colores. Nadamos un poco hasta la pared de piedra y teníamos a los pesacaditos chiquitos siguiéndonos por todos lados. Ceci ya estaba más acostumbrada a usar el chaleco, así que fue conmigo hasta la pared de piedra y pudimos disfrutar juntos de todos esos pescados. Yo estaba cansado y me había tirado de chaleco también, pero quería hundirme entre todos esos peces, así que me lo saque un ratito y trate de llegar al fondo. Había erizos y corales, y peces de todos los tamaños. Parece joda pero se nos había acabado la batería de la cámara así que no tenemos muchas fotos de esto.
 
 
Después de ahí nos llevo a la Monkey Beach, donde hay monos que vienen en busca de comida al ver los barcos. Llegamos y 2 monos bajaron corriendo a recibirnos. Les dimos agua y jugo que se tomaron todo. Después de ahí nos llevaron a ver el atardecer desde arriba del barco a un lugar donde se ve el sol cayendo entre las montañas de piedras. Mientras esperábamos en el medio del mar nos tiramos a nadar un rato. Después de la puesta del sol, volvimos al puerto y terminamos el paseo, que estuvo muy bueno y se disfruto mucho. Nuevamente fuimos a la playa de noche después de cenar y pasear por las diferentes calles. Al otro día ya nos íbamos para Ko Phangan.

DÍA 10 – Llegada a Phi Phi de Camilo


Bien temprano arriba y a salir a caminar hacia la playa con Mauri y Koala, para poder por lo menos decir que fuimos a las playas de Phuket. En el camino paramos en el 7Eleven a comprar algo para desayunar. Era una playa muy amplia y con bastante arena, que como era tan temprano no había nadie y la teníamos para nosotros solos. El agua estaba calentita a pesar de la hora que era, así que nos metimos a jugar un rato con las olas. Después de ahí nos fuimos caminando hasta el hostel y encontramos los carteles de evacuación en caso de Tsunami, muy raro encontrar estos carteles en la calle con total naturalidad como si fuera un cartel de Pare. Nos bañamos y quedamos prontos para esperar la camioneta que nos llevaría al puerto para tomar el ferry a Phi Phi. Llegamos y hacía muchísimo calor, y estábamos al rayo del sol esperando para agarrar las valijas, que las estaban tirando de arriba del barco por una rampa para el muelle. Después salimos caminando y agarramos para el otro lado del que teníamos que agarrar. Después de un rato nos encontramos con los demás que ya estaban hacia unos días y llegamos al fin al hostel. Después de dejar las cosas nos fuimos caminando todo por el borde de la isla hasta la playa Long Beach. Para llegar hay que pasar por otras playas y además por lugares que hay que escalar entre árboles y piedras. Es un lindo paisaje y esta buena la aventura de llegar a la playa de esa manera, aunque con el calor que hace estás deseando llegar para darte un baño. Igualmente no te refrescas mucho porque el agua es calentita, pero tiene un color increíble. Nos quedamos un rato conversando adentro del agua, ya que nos encontramos con más gente del grupo de viaje, así que éramos un montón. Más tarde cuando se estaba por hacer de noche, volvimos al hostel a bañarnos para salir a comer por ahí. La isla tiene muchas calles donde hay lugares para comer, ventas de artesanías, y de todo un poco. No hay medio de transporte en la isla, así que es todo caminando lo que hace que sean muchas peatonales llenas de gente. Fuimos a comer a un bolichito que era mismo en la vereda tipo carrito de chorizo, pero obviamente no vendían chorizo je. Comimos algo típico de ahí que estaba muy rico, y seguimos recorriendo las demás calles. Más tarde arrancamos para la playa donde es toda la joda. La música es toda media electrónica así que nosotros no sabemos mucho movernos a esos ritmos, por lo tanto nos dedicamos mas que nada a ver como bailaban los gringos. Después de un rato y viendo que las cumbias no iban a venir je nos fuimos a dormir. Obvio que no eran las 2, así que había que mentalizarse y dormirse con el punchi punchi de fondo. Cosa que no nos costo mucho debido al gran cansancio de todo el día.
 

DÍA 9 – Long Beach, view point / Llegada a Phuket


Arrancamos temprano a una playa que nos dijeron en el hostel que estaba buena, Long Beach, el tema es que es como no hay ningún medio de transporte había que ir caminando y era más de 30 minutos. El camino lindo, conocimos el otro lado que no habíamos ido el día anterior y ahí empezaron a aparecer las playas que queríamos ver. Luego de una perdida y terminar haciendo el camino largo, llegamos. Especial, poca gente, mucha arena y el agua ideal. Pasamos la mañana hasta el mediodía, volvimos para almorzar está vez agarramos otro camino que era mucho más lindo y bastante más corto, después de comer descansamos un rato y fuimos al view point a ver el atardecer, otra vez subir entre piedras y caminar, valió la pena porque era muy linda la vista desde ahí, se veía bien las 2 partes de la isla, los diferentes colores del agua y todo lo verde de alrededor. Tomamos mate mientras esperábamos que bajara el sol mientras hablábamos del tsunami del 2004 y no se nos ocurrió mejor idea que ver imágenes de ese momento, en verdad miraban los chiquilines yo preferí no mirar jeje, según Nacho había que mirar por las dudas así sabías como actuar, igual no me convenció. Después de ver el atardecer bajamos y volvimos a hacer lo mismo que la noche anterior, el estar metidos dentro del baile no podíamos irnos a dormir muy temprano porque iba a ser bastante complicado así que la idea era cansarse y tratar de aguantar lo más posible así cuando nos acostábamos nos dormíamos rápido.
 

 

(Bangkok-Phuket) Era el último día de curso así que después de las clases nos llevaron al hotel para dejar todo pronto para salir esa misma tarde hacia las playas de Tailandia. Yo me iba hacia Phuket para pasar la noche ahí, y al otro día irme hacia Phi Phi donde estaba Ceci con los demás gurises. Llegamos en vuelo desde Bangkok a Phuket bastante tarde y cansados porque veníamos de muchos días de madrugar. Nos estaba esperando en el aeropuerto la camioneta que habíamos contratado para que nos llevara al hostel. El Hostel era una especie de apartamentos muy lindos en un complejo de edificios que quedaba cerca de la playa. Algunos de los gurises se bañaron y salieron a recorrer la noche de Phuket, yo preferí acostarme para poder levantarme a las 6 de la mañana para conocer la playa, ya que a las 9 nos íbamos en ferry para Phi Phi.

DÍA 8 – Phi Phi


En la mañana nos pasaba a buscar la camioneta que nos llevaba al puerto para irnos en ferry hasta Phi Phi, era como la Cacciola pero más grande. El viaje no era muy largo pero igual se prestó para mirar avatar en tailandes, muy lindas las imágenes de la película, no entendí mucho pero parece estar buena. Ya cuando estábamos llegando se veían las islas desde lejos, una imagen de postal, el agua bien celeste y las islas con esas paredes de piedras enormes.

 
 
Al llegar al puerto cuando íbamos caminando por el muelle se veía desde arriba unos pececitos divinos ya eso te avisaba que el snorkel ahí iba a estar muy bueno. Después de caminar un poco en la arena otro poco en la calle llegamos al hostel, habíamos leído los comentarios y no eran nada agradables pero bueno había que llegar y ver. Algunas cosas ya se habían empezado a cumplir, las camas eran re duras y tenían bastante arena, en la noche había fiesta porque era como un pub y cuando abrimos la ventana…la cabina del DJ estaba ahí…se ponía lindo. En fin, son pocas noches. Bajamos a la playa que estaba mismo en la salida del hostel y la verdad no era para nada linda, la arena estaba como babosa y tenía olor feo pero bueno no sabíamos mucho a donde ir y si eran todas las playas iguales o que, nos quedamos tomando mate y pasando el rato ahí tranquilos. Después de una ducha con agua salada, muy salada, fuimos a cenar a un lugar que nos habían recomendado, espectacular la comida! Todo muy rico, barato y con gusto a conocido, no tiene picante que es muy importante. De ahí nos fuimos a recorrer y terminamos en la playa donde estaban todos los boliches y nuestro hostel, ahí entendimos porque está tan asquerosa la playa…el agua estaba totalmente retirada y ahí mismo era toda la fiesta es típico de una película de fiesta yankee, show con fuegos, trago gratis si haces tal o cual cosa, pasar por el “limbo”, puf en la arena con unas mesitas para fumar shisha, música electrónica. Nos dijeron que termina todo a las 2am sin prorrogas. Esa noche nos quedamos un rato para ver como era la noche ahí y además queríamos ver también que tan cierto era eso de que cortaban todo a las 2 para ver si íbamos a poder dormir. Volvimos al hostel, la caja fuerte que estaba en cada cama vibraba con la música de afuera. En punto cortaron la música sin previo aviso, la caja fuerte dejo de vibrar y después de un pequeño inconveniente de convivencia con uno de nuestros compañeros de cuarto pudimos dormir. A todo esto…Camilo seguía en el curso de Bangkok.
 

DÍA 7 – Phuket


Esta mañana nos levantamos temprano porque queríamos aprovechar la playa, habíamos leído que la playa Paradise beach estaba buena, una de las mejores Phuket pero para ir había que tomarse un tuk tuk o una camioneta porque era lejos. Estaba bastante feo el día pero no daba tampoco para quedarse encerrados en el apartamento así que decidimos ir igual. Fuimos en una camioneta, cuando llegamos tuvimos que pagar la entrada a la playa, que en teoría te disfrazan esa entrada como el alquiler de la reposera igualmente si no pagabas no te dejaban pasar así que no había mucha opción. Pasamos y era una playita chica pero linda, poca gente y un parador, muy lindo. El agua bien cristalina y calentita, divino. Empezamos el mate después de habernos instalado y cuando estábamos entrando en ambiente…llovizna…”tranqui que es una nube”, lo cual menos mal que no nos dedicamos a la meteorología, porque la llovizna empezó a ser más fuerte y termino en una gran tormenta. Nos fuimos al parador a esperar a que pasara y cuando medio había parado volvimos a la arena, abrimos las sombrillas para que oficiara de paraguas y cuando creímos que estaba abriendo…otro bombazo más de agua, pero esta vez más fuerte con truenos y hasta relámpagos. En fin, se termino la playa. Volvimos al apartamento, almuerzo, ducha y siesta porque no tenía pinta de que fuera a parar. Después de la siesta, seguía lloviendo pero igual habíamos dicho que esa noche salimos si o si con campera de lluvia igual. Comimos algo rápido y salimos para la zona donde estaban todos los boliches. Estuvo muy divertido, la movida es más bien en la calle mismo porque los lugares son abiertos la mayoría entonces la música se escucha re bien desde la calle. Hay de todo, se ve mucha cosa en la noche de Tailandia (yo creí que eso era solo en Bangkok), volvimos medio temprano porque al día siguiente nos íbamos a Phi Phi en la mañana. Camilo seguía en el curso en Bangkok.
 

DÍA 6 – Llegada a Phuket y comienzo de curso en Bangkok


Ceci se levanto y fue a la playa, un agua bastante movida pero muy linda. Había gente haciendo deportes en el agua. Vieron un cartel de camino a la playa que decía que el 9 de junio había alerta de Tsunami, imagínense como quedaron. Igual en esa fecha ya no iban a estar ahí. Lo que si se veía eran carteles que indicaban la ruta de evacuación en caso de Tsunami, eso sí era aterrador. Fueron a un mercado que era una especie de mercado agrícola, y compraron cosas para cocinarse ya que estaban en unos apartamentitos donde podían cocinar. Más tarde arranco a llover muy fuerte, así que no pudieron hacer mucho más. De noche fueron a la calle Patong Beach donde estaba la movida nocturna de Phuket. Comieron por ahí con intención de quedarse a los boliches más tarde, pero arrancó a llover de nuevo así que se fueron al apartamento.

Yo me levante temprano a desayunar y los ómnibus nos llevaron a la universidad que quedaba a 50 minutos del hotel. La universidad era muy grande y muy moderna, y el salón que no iban a dar las clases era muy parecido a un movie center. Tuvimos las clases que estuvieron buenas y en la tarde volvimos al hotel. Fuimos a la piscina un rato para refrescarnos y después a dormir.

DÍA 5 – Nuevamente Bangkok


En la mañana a desayunar temprano ya que nos íban a pasar a buscar en bote para llevarnos de nuevo a la camioneta para volver a Bangkok. Ceci se fue media hora entes que yo, porque ella se iba para las playas del sur de Tailandia con algunos de los gurises, y yo me iba con otros a Bangkok al curso en la universidad.
Por 4 días el relato queda dividido en dos. Ceci se fue en avión desde Bangkok hasta Phuket, que salió con 1 hora de atraso. Yo llegue al hotel del grupo de viaje para unirme y esperar al otro día para ir al curso.

DÍA 4 – Más del Río Kwai


Nos despertamos y miramos para afuera y el agua había bajado muchísimo, se veían las piedras afuera del agua y casi no corría agua. Desayunamos y nos pudsmos a jugar de nuevo a las cartas pero a otro juego. Cada uno elegía un personaje y se lo pasaba al del al lado, que se lo pegaba en la frente, y tenía que hacer preguntas para poder adivinar su personaje. Éramos muchos así que estuvo muy divertido. Luego de eso, almuerzo y después dormir siesta. Empezó a llover torrencial y el río se empezó a llenar de agua nuevamente. Nos metimos un par de veces más, dejando que la corriente y la lluvia nos llevara río abajo. Había pactado en la tarde un partido de fútbol con los Monks, pero llovía muchísimo y además se nos ocurrió hacer tortas fritas. Les compramos a la gente del hotel los ingredientes y en un ratito ya estaba la masa pronta para cocinar. Obvio que grasa vacuna no había, así que se hizo con aceite. Salió la primer tanda de tortas, y seguía lloviendo torrencial. Para terminar de ambientar el momento en un parlante sonaban canciones típicas de nuestro país, así que más no se podía pedir. Fue un momento que se disfruto muchísimo y nos hizo estar un poco más cerca de casa por un ratito. Después de eso le pedí a Nani que me cortara el pelo, así que sacamos la tijera y sentado al borde del río salió corte. Ya que estaba agarre la afeitadora y también me afeite, así que quedé muy prolijo en el medio de la selva. Llegó la hora de la cena y después nos quedamos charlando hasta la hora de dormir.
 



 

DÍA 3 – Llegada al Río Kwai


Nos pasaron a buscar en una VAN que habíamos contratado para hacer las 4hs hasta el río, donde nos íbamos a quedar en un hotel flotante en el medio del río. Era muy cómoda la camioneta así que no se sintio tanto el viaje. Al llegar al río nos estaban esperando unos barcos para llevarnos hasta el río. Los barcos tenían motores de autos, así que iban rapidísimo. Ya en el hotel nos dieron las habitaciones, obvio que en medio de la selva en un hotel flotante no había luz ni agua caliente. Pero estuvo muy bueno, todo alumbrado con faroles y flotando en el río, algo muy diferente. Ni bien llegamos almorzamos y después teníamos la tarde libre hasta las 16hs que íbamos a ir a recorrer una villa que estaba ahí cerca donde viven los Monk, una tribu de gente que llegaron a Tailandia desde Birmania y todavía hay muchos en Tailandia. Nos mostraron como vivían, la escuela de los niños, un elefante que tenían, un templo con un buda sagrado para ellos, y las casas y comercios. Después de eso nos volvimos a las habitaciones y nos pusimos a hacer la diversión que tiene el hotel. Al ser flotante sobre un río que tiene mucha corriente lo que hacíamos era ir hasta una punta del hotel, tirarse al agua y dejar que la corriente te lleve hasta la otra punta del hotel. Ahí tenés que nadar un poco y agarrarte de una escalera para poder subir. Parece algo no muy divertido, pero es muy divertido, lo hicimos como 6 veces je. Cayó la noche y se fueron encendiendo los faroles y quedó todo iluminado con una luz muy tenue. La cena nuevamente todos juntos, y después a jugar a las cartas a la luz del farol.
 



 

18 jul 2015

DÍA 2 – Palacio Imperial, Buda reclinado y Golden Mount


Salimos temprano en taxi hasta el Palacio Imperial, y la verdad quedamos sorprendidos por lo lindo que era. Ya a esta altura del viaje nos dicen la palabra templo y no queremos saber más nada, pero este era diferente. Era un lugar muy grande, varias manzanas de predio donde había muchos templos de diferentes estilos. La entrada era cara pero valió la pena entrar. Todos colores dorados y budas por todos lados, con detalles de espejos y de mármoles de colores en las paredes. Pasamos mucho calor porque para entrar había que hacerlo de remera y pantalón largo, así que acá también tomamos mucha agua y fuimos parando en cuanta sombra había. En uno de los templos que tiene se encuentra el Buda de Esmeralda. Luego de ahí fuimos a ver el Buda gigante reclinado, que es típico de este país. Con la entrada te daban una botella de agua, así que no pudo ser mejor. Obvio que para entrar, otra vez pantalón, remera y acá también desclazo. Además de este Buda el lugar tenía un parque muy lindo que era inmenso y con muchas estatuas y edificios muy lindos. Por estos lugares son casi todos los edificios parecidos, pero cada uno tiene lo suyo o algo que lo diferencia del otro.





 
 
Ya era el mediodía y arrancamos a caminar para el lado del hotel, aunque quedaba como a 30 cuadras, porque en el camino queríamos ver el Golden Mount, que es como un cerro que arriba del todo tiene un templo y la vista desde ahí nos dijeron que estaba buena. El calor se hacía sentir cada vez más y el hambre también, pero después de un rato llegamos y lo subimos. Era todo por escalera y no era tan alto, así que no se sufrió tanto. Desde arriba se tenía muy linda vista de Bangkok, así que valió la pena.

 
 
Salimos y nos fuimos en taxi al hotel. Tomarse taxi en esta ciudad es complicado ya que nunca te quieren prender el fichero y para todos lados te quieren cobrar 100 o 150 baths, cuando en realidad sabíamos que por 60 o 70 baths llegábamos al hotel. Así que bueno, tenés que parar a muchos hasta que uno acepta prender el fichero. Fuimos con un veterano que era re buena onda, no solo prendió el fichero sino que nos fue conversando re bien. Íbamos pasando frente del hotel y no paró así que le dijimos “acá, acá” pero nos señalo que ahí no podía parar y nos decía “pólice, pólice” matándose de risa. Nos quedamos comiendo algo en el hotel y aprontar las cosas para salir al día siguiente hacia el Río Kwai.

DÍA 1 – Llegada a Bangkok


Nos levantamos temprano a desayunar y ordenar las mochilas, ya que nos pasaban a buscar en tuc tuc para llevarnos al bus a las 9am. Llegamos a la agencia y luego de hacer los trámites de migración que íbamos a precisar para entrar a Tailandia arrancamos el viaje. El bus no era algo super cómodo pero sin duda mucho mejor que la ida hacia Camboya. En la aduana no tuvimos ningún problema, el bus te dejaba antes de pasar la frontera y vos te bajabas e ibas caminando a terminar el trámite. De ahí salías caminando y el bus estaba esperando ya del otro lado. En la tarde llegamos a Bangkok a una terminal muy precaria, y buscamos varios taxis para irnos al hotel. Los demás gurises ya nos estaban esperando, y llegamos sin problema. El hotel estaba muy bueno y era muy moderno. Nos juntamos todos y salimos a recorrer un mercado nocturno que al final no estaba tan bueno. Estaba todo cerrado lo que estaba abierto eran solo puestos callejeros no muy lindos. Igualmente estuvo bueno caminar por las calles de una ciudad tan grande como Bangkok, ir metiéndose en lugares que no conocíamos, escaleras para cruzar las calles, tuc tuc por todos lados, mucha gente caminando. Para cenar volvimos a caer en el viejo y querido “7eleven” una comida rápida al estilo sandwiche y al hotel a descansar.
 

 

DÍA 3 – Todo el día en el hostel


Nos levantamos y los demás ya se habían ido, los habíamos escuchado levantarse temprano pero seguimos durmiendo. Desayunamos ahí mismo en el hostel y nos quedamos en la piscina y con la compu respaldando fotos. Estábamos todos muertos los que habíamos ido en la tarde a los templos, porque había hecho muchísimo calor y estábamos como insolados. Así que aprovechamos todo el día para recuperarnos y hacer la plancha en las reposeras del hostel. De nochecita volvimos al centrito para recorrer un poco más y volver a cenar ahí. Después de alguna compra nos fuimos al hostel a dormir.

DÍA 2 – Templos de Angkor


Sin dormir mucho partimos hacia los templos de Angkor, nos iba a llevar a cada uno y nos esperaría y así pasaríamos el día. Es un predio muy grande que hay varios lugares con diferentes nombres y diferentes ruinas. Los más importantes son Angkor Wat, Angkor Tom, Bayon, Terraza de Elefantes y Tapron. Hay algunos más pero los que más valían la pena ver eran esos. Hay dos recorridos, uno largo y uno corto, nosotros hicimos el corto. El calor que hacía a esa hora ya era impresionante, suerte que estábamos con aire acondicionado, y cada vez que bajábamos a ver alguno nos tomábamos un litro de agua cada uno. Son muchos templos con piedras muy antiguas que han quedado muchas debajo de raíces de árboles gigantes. También hay escaleras y torres que parecen sacadas de películas. El más importante es Angkor Wat y fue el último que recorrimos, es el más grande y estaba lleno de gente. Nos fuimos metiendo y terminamos en una especie de terraza donde se veía todo verde abajo como un patio, y nos quedamos ahí sentados conversando un poco. Se venía tremenda tormenta y empezó a venir un viento fuerte. Arrancó a llover un poco así que nos fuimos para la parte de adentro del templo y cuando quisimos volver a la entrada empezó una tormenta eléctrica tremenda con rayos y truenos muy fuertes, y caía muchísima agua. Fue medio embole para las fotos porque con ese clima no es lo mismo, pero también estuvo bueno estar ahí protegidos por esas ruinas de esa tormenta. Nos mojamos mucho para llegar a la camioneta y cuando llegamos paro de llover y salió el sol, así que bueno, era para que nos mojáramos. Recorrimos un poco más pero ya era de tarde y nos llevaron al hostel.





 
 
Llegamos y no había luz así que nos bañamos a oscuras porque estábamos empapados. Nos tomamos una cerveza al lado de la piscina y después fuimos a una especie de centro que había puestos de artesanías. Después nos quedamos a comer ahí en una calle toda de boliches en un bar que encontramos que se comía muy bien y muy barato. Volvimos al hostel y estábamos liquidados, habíamos pasado mucho calor y caminado mucho. Algunos de los gurises decidieron irse a Bangkok la mañana siguiente como lo habíamos planeado, nosotros 2 y algunos más nos queríamos quedar un día más a descansar y reponer fuerzas porque iba a ser un viaje largo nuevamente.
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