25 jun 2015

DÍA 7 – Visita a Volkswagen y cambio de hotel



Esta mañana no teníamos clase en el curso, sino que íbamos a ir a visitar la fábrica de Volkswagen de Shanghai. Hicimos 3 horas de ruta para llegar, con un tránsito tremendo. Llegamos y nos mostraron un video de los modelos que se hacían en esa planta y de algunas máquinas como funcionaban. Luego nos llevaron a pasear por la planta en una especie de carrito de golf donde íbamos pasando por las diferentes etapas del armado de los autos. Estuvo bueno pero me había imaginado algo mejor, no había mucha gente trabajando y eran casi todo máquinas y no podíamos ver bien que estaban haciendo, era todo muy rápido.
Volvimos a almorzar y al hotel a buscar las valijas para irnos. Nosotros teníamos una noche más en Shanghai pero teníamos que irnos a un hostel. Nos tomamos un metro para llegar, y fue bastante difícil andar con todas las valijas entre tanta gente. Igualmente llegamos después de caminar unas cuadras desde la estación de tren. El hostel quedaba en una zona totalmente diferente, no había mucha cosa turística para ver y además estábamos cansados así que no pensábamos salir del hostel. Encontramos que tenía un living con sillones y mesitas y era lo que estábamos precisando, hicimos campamento y nos quedamos ahí durante un rato largo. Comimos sándwiches que vendían ahí mismo y nos fuimos a acostar. Teníamos el vuelo a Hong Kong en la tarde del día siguiente.

DÍA 6 – Mercado de la Perla, Mercado de la imitación, Acrobacia Shanghai


Nuevamente mañana de curso y almuerzo en la universidad. Después fuimos a ver como se obtienen las perlas y el proceso que le hacen para hacer pulseras y collares. Después de explicarte todo viene la parte de que te quieren vender perlas, las cuales obviamente no compramos. Nos fuimos a un mercado donde podes encontrar de todo tipo de imitaciones, algunas buenas y otras no tanto. Lo que la gente más va a buscar son valijas, que para ser imitación son de buena calidad. Nosotros no precisábamos, así que fuimos a mirar otras cosas. Nos compramos una batería para cargar el celular y un trípode para la cámara de fotos, todo por 10 dólares, regateando obviamente. Después venía el plato fuerte de la noche, un espectáculo de acrobacia chino al estilo circo du soleil. El guía nos había insistido en ir y que era uno de los mejores espectáculos de acrobacia del mundo. No le creímos nada, pero igual lo compramos. La verdad que tenía razón, era un teatro chico dentro de un hotel 5 estrellas, y ya con el primer acróbata nos dimos cuenta que iba a estar bueno. Un sonido espectacular, una escenografía tremenda, luces, colores, todo estaba muy bueno. Había equilibristas, malabaristas, bailes, y espectáculos dignos de una medalla en un juego olímpico. Nos fuimos muy contentos de haber podido ver ese espectáculo en esta parte del mundo. Nos fuimos a comer algo rápido a un Mc Donalds y a dormir.
 


 

DÍA 5 – Museo de Seda, Parque Yuyuan, Malecón.
Nuevamente curso de mañana, aunque esta vez me había avivado y pedí en recepción que el chino no se tomara la molestia de despertarme, que no me iba a dormir y me levantaba yo solo, así que dormí un poco más. Luego del curso llego el bus con los acompañantes que estaban en el hotel y fuimos todos juntos a visitar el lugar donde producen la seda. Nos explicaron cómo es el ciclo del gusano de seda y como obtienen la seda de sus capullos, algo que no era tan desconocido por nosotros. Luego de eso nos mostraron como hacen para obtener el hilo de seda y las confecciones que hacen. Después de ahí nos fuimos a la zona del malecón y para hacer tiempo a que fuera de noche y verlo todo iluminado, fuimos primero al parque Yuyuan. Es como un jardín donde hay varias cascadas de piedras y dragones. Para ser un lugar que no lo teníamos en cuenta y fue para hacer tiempo estuvo bueno.






De ahí fuimos a pasear por el malecón y vimos todos los edificios enormes iluminados. Toda la gente sale a pasear por ese lugar, aunque la verdad no es algo tan espectacular. Lo lindo son los edificios y las luces, porque después el agua y los barcos no tienen nada de lindo. Hay mucha polución en este país y se nota más en estos lugares abiertos, ya que todo el tiempo hay como una neblina constante. Nos divertimos mucho con la gente, ya que todos nos miraban como bichos raros por ser occidentales. Se querían acercar y sacarse fotos, o sacarnos fotos de lejos sin que nos diéramos cuenta. Optamos por seguirles la corriente, y cada vez que nos dábamos cuenta salíamos corriendo y nos sacábamos una selfie con el que nos estaba intentando sacar una foto a escondidas. Después de aburrirnos volvimos al hostel en metro, cenamos y nos fuimos a dormir.




DIA 4 – Shanghai


Este era el primer día de los cuatro que tenía el curso, por lo que había que levantarse temprano para desayunar y bajar a tomarse el bus que nos esperaba en la puerta para llevarnos a la universidad donde se iba a dar el curso. Nos dijeron que nos iban a despertar para la hora del desayuno así que no me preocupe. Lo que nunca me imagine es que siendo el curso a las 8 de la mañana iba a tener a un chino colgado del timbre de la habitación a las 5:15!!! Pero bueno se ve que arrancó por la nuestra a despertar gente. Llegamos a la universidad y estaba bastante buena, es como un barrio cerrado donde viven todos los estudiantes en diferentes edificios. También hay parques y comedores, y los estudiantes no precisan salir de ahí. Nos llevaron a un salón grande y comenzó el curso, mitad en chino y mitad en español con un traductor que hablaba perfecto. Consistía el primer día en cultura, costumbres e historia China, así como también modales de cómo se sirven las comidas típicas. Los siguientes días eran de Marketing, empresas públicas chinas y comercio chino con el resto del mundo. Luego del curso fuimos a comer todos juntos en el comedor de la universidad. Más tarde nos llevaron a visitar la zona donde están los edificios más famosos y hay una especie de puente peatonal que recorre varias calles donde podés pasear. Después de ahí, nos llevaron a cenar, aunque eran las 17hs, pero querían darnos una cena de bienvenida con comida típica. La comida obviamente que era muy extraña para nosotros, pero igualmente fuimos muchos los que nos animamos a probar de todo. Eran mesas circulares que tenían un vidrio giratorio en el centro de la mesa, van poniendo ahí los platos y se va girando el vidrio y cuando te pasa el plato por enfrente tuyo te servís. Probé muchas cosas que hasta ahora no sé que eran, verduras, frutas, ensopados, fideos, carnes de dudosas procedencias. Todo lo que no era picante y se podía probar lo probé. Estuvo bueno porque de otra manera si uno va a comer a algún lado nunca se va a pedir un plato de esa comida porque no tiene idea que está pidiendo. Después nos volvimos al hotel y no hicimos mucha cosa más, nos quedamos charlando con los demás que estaban por ahí en la vuelta y después a dormir.
 

DÍA 3 – Ciudad Prohibida, Plaza Tiananmen, Templo del Cielo


Salimos bien temprano porque de tarde nos íbamos a Shanghai, y queríamos aprovechar el día. Queríamos entrar a la plaza Tiananmen pero no pudimos, tuvimos la mala suerte de que había una maratón así que imagínense la cantidad de chinos que había. La vimos desde la vereda de enfrente, ya que estaba toda vallada. Debe ser una de las pocas plazas en el mundo que no es de libre acceso y está toda vallada y con muchísima seguridad. Seguimos avanzando y entramos a la Ciudad Prohibida, lugar donde vivían los emperadores de las dinastías. Es toda una ciudad amurallada inmensa, con palacios y jardines adentro. Nos alquilamos una audio guía para entender mejor lo que íbamos a recorrer. Igualmente no funcionaba muy bien, pero algo entendimos. Es impresionante que ahí hace tantos años vivía el emperador, su familia y todos sus empleados, un lugar enorme, tan enorme que le sobraban cuartos y le daban utilidades que no eran necesarias por ejemplo 2-3 cuartos destinados a que el emperador se vistiera. Obviamente todo lo que se ve ahí es milenario pero dentro de todo se mantiene bastante, es cierto que los lugares importantes y a la mayoría de las cosas no te dejan acceder, está con cintas bloqueando la entrada o directamente cerrado y se ve detrás de un vidrio. No era lo que esperábamos encontrar pero es una realidad, la única forma de mantener cuidado todo eso es cerrando el acceso. No sólo por los turistas sino también por los locales, son bastante descuidados y despreocupados, para ellos eso estaba ahí y había que disfrutarlo en el momento no importa si perdura. La figura mitológica que más se veía en el techo y dentro de los salones era el dragón, por lo que entendimos es símbolo del poder que tenía el emperador. Lo que nos encantó fue el Jardín Imperial, es una zona dentro de la ciudad prohibida que hay todo árboles, flores, fuentes, piedras gigantes. En este lugar es donde el emperador y su familia se distendían y paseaban, es más ahí el emperador se inspiraba y escribía poemas. Realmente la ciudad prohibida es un espectáculo en sí mismo, tiene muchísima historia y es un lugar precioso al que hay que destinarle muchas horas para poder recorrer todo, cosa que nosotros no contábamos. Vimos lo que el tiempo nos permitió y lo que más o menos sabíamos que había que ir.


 
 
De ahí, ya a mediodía, nos fuimos con Mauri en un metro hasta el Templo del Cielo. El cansancio y el calor estaba dominando pero los 3 dijimos “acá no volvemos así que el cansancio puede esperar”. No teníamos mucha idea al bajarnos del tren para que lado había que ir, lo que pasa en China a diferencia de otros países que hemos estado, que las cosas como carteles, metros y mapas están únicamente en chino y si encontras algo en inglés no podes recurrir a nadie porque no saben ni les importa saber. Finalmente supimos para donde salir y empezamos camino, al llegar había que sacar la entrada, la funcionaria para nada simpática nos dios las 3 entradas y entramos sin mucha pregunta. Ya al ingresar, estas en un parque enorme, precioso, muchísimo verde, mucha variedad de arbustos y árboles, todo eso muy lindo. Un sendero prolijo daba sensación de haber entrado a otro mundo. A mitad de camino había una especie de banda de veteranos que tocaban de todo tipo de instrumentos y habían algunos que cantaban, muy lindo el sonido que salía de ahí. Seguimos camino un poco corriendo un poco disfrutando y vimos a lo lejos el Templo del Cielo. Es una triple cúpula con 6 columnas por fuera y 9 en el interior. Al llegar a la puerta había otra entrada de ticket y dijimos “otra vez? Ya fue, sacamos la foto de afuera que se ve precioso” un par de fotos y Mauri fue a probar suerte a la puerta a ver que pasaba, cuando queremos acordar lo vemos del lado de adentro. La entrada que habíamos comprado incluía la entrada al Templo, así que entramos los 3…casi casi quedamos afuera por no preguntar. Adentro no había tanta gente, se podía transitar y sacar fotos sin problema, igualmente nos encontramos con la misma barrera que en la ciudad prohibida, al interior donde están las 9 columnas no te dejan entrar así que sacar fotos de afuera. No se ve tan lindo como en Discovery pero estuvimos ahí.

 
 
Después de varias fotos y descansar las piernas vuelta para atrás que todavía teníamos que almorzar y salir al aeropuerto ya que esa noche volábamos a Shanghai. La vuelta fue más corta y sencilla de lo que esperábamos, pasamos por el mc donalds (lo único conocido, confiable y “sano” que había en la vuelta) y seguimos hasta el hostel. Una vez terminado el viaje y ya en el aeropuerto nos enteramos que el vuelo estaba retrasado, de eso nos dimos cuenta solos nadie vino a decir nada, era importante que ese vuelo justo ese no se atrasara porque al otro día empezaba el curso obligatorio y por reglamento debíamos estar en Shanghai en el hotel antes de la 01:00. A todo esto, si el vuelo salía en hora llegaba 22:30 al aeropuerto eso significaba más o menos 23:00 en el hotel…pero la cosa se empezaba a complicar…una vez a bordo del avión ya media hora atrasados, esperamos 1 hora más en la pista…el tiempo se acortaba más y ya veíamos la multa en puerta. El vuelo termino saliendo 22:15 y tocamos tierra 00:20, lo trajo calzado el hombre. Salimos corriendo literalmente, llegamos a la cinta transportadora y por arte de magia las primeras 13 valijas en aparecer eran las nuestras, hasta ahora jamás había sido todo tan rápido, igual la odisea todavía no terminaba…había que tomarse un taxi que entendiera la dirección, fuera rápido y nos dejara en menos de 25 minutos en el hotel. Entre gritos y alboroto al taxista, 3 coches salieron en dirección al hotel. Por suerte encontramos uno que tenía GPS y sabía usarlo y el tener la dirección en chino colaboro. Después de correr y transpirar mucho llegamos al hotel 00:57…nunca nos salió todo tan redondo como esta vez. Sin multa y cansados nos fuimos a dormir.

2 jun 2015

DÍA 2 – Muralla China, mercado de la seda y Parque Olímpico


Arrancamos hacia la muralla en una Van nosotros 19 más 1 camboyana y 2 Indias. El trayecto duraba 2 horas hasta llegar al punto de la muralla donde íbamos a subir. Nos explico la guía un poco de historia de China y de la muralla. También hablamos con la camboyana y las indias, ya que dentro de poco vamos a visitar sus países. Al llegar a la muralla estábamos como en un bajo, y para llegar hasta la muralla había que subir por una aerosilla, no muy diferente a la de Piriápolis. Llegamos a la conclusión que las que se rompen acá, son las que mandan para Piriápolis. Se veía una hermosa vista desde lo alto, donde el pueblo iba quedando cada vez más chiquito e íbamos llegando a la muralla que se veía cada vez más grande. Ya en la cima, la vista era increíble, y no podíamos creer estar ahí arriba. Para donde miraras había muralla, siguiendo el recorrido de las montañas, sin importar lo difícil que haya sido construirla en esa zona. Decidimos que íbamos a caminar desde el punto 6 al punto 14, que parecía estar cerca, aunque nos dijeron que nos llevaría 3 horas para ir y volver. Empezamos a caminar y los escalones y el piso era muy irregular, diferentes tamaños de alturas, ahí entendimos porque íbamos a demorar tanto. Ibas pasando por las diferentes torres y te quedabas un rato adentro tomando aire fresco antes de salir nuevamente al calor. La vista era tremenda y sacamos muchas fotos. Como elemento de defensa y ataque estaba bien ubicada, ya que era la parte más alta de las montañas y se veían muchos kilómetros a lo lejos. El largo de la muralla es de unos 22.000km, se les fue la moto. Unos salados los chinos!!! En todos los puntos la vista es similar, pero cada una tiene su encanto, se ven diferentes partes de la muralla y las diferentes torres, lo que hacen de cada parte una parte única. Llegamos al punto 14, muerto de cansancio y de calor, y cansados de esquivar chinos, que no te respetan ni las fotos ya que se te meten por todos lados. Pegamos la vuelta después de tomar la poca agua que nos quedaba y caliente. Al llegar al punto 6 nuevamente, la bajada no era en aerosilla, sino que era en una especie de carrito que iba por un tobogán de chapa todo en bajada y con curvas, estuvo muy bueno!! Debajo de la muralla fuimos a comer y emprendimos la retirada hacia el mercado de la seda.





 
 
Nos dejo el bus en el mercado y nos metimos a implementar el arte del regateo. En este mercado todo se regatea, te dicen precios totalmente abultados a los que tenés que negociar. Te arrancan con valores 10 veces más caros de lo que valen las cosas. Muchos hablan inglés y algo de español, pero normalmente la negociación se da con la calculadora en la mano, ellos ponen su precio y vos pones el tuyo. Tenés que ser un buen actor y poner de cara de que están locos, y hacer el amague a irte, y así vas bajando el precio. Por momentos es muy divertido. Nosotros queríamos comprar unos guerreros de madera, chiquitos, de adorno. Le preguntamos cuanto y nos dijo 145 yuanes cada uno, le dijimos que ni loco, que queríamos 60 yuanes por los 5 guerreros. Nos miró con cara de ni en pedo, y ya bajó el precio a 120 cada uno. Le volvímos a insistir en 60 por todos, y nos dijo que no enojada. Nos dimos media vuelta y nos fuimos, a los 3 segundos teníamos a la china corriendo atrás nuestro con la calculadora para que volviéramos al grito de “Ok Ok, finito, cuanto”. Volvimos y nos pregunto de nuevo el precio, y lo terminamos comprando por 70 a los 5 guerreros, jeje. Los envolvió en un papel de mala gana diciendo Uruguayo tacaño!! De esas hubieran algunas más pero esa es la que más se destaca. Y después ya era regatear por deporte, cosas que no íbas a comprar, para hacerlos enojar a los chinos. Igualmente, por más que lo bajes siempre te queda la sensación de que pudiste haber pagado menos, ya que por algo te lo venden a ese precio. Constantemente sentís que te están jodiendo.


Con una bolsa llena de compras regateadas, nos fuimos hasta el parque olímpico. Es donde está el estadio y el cubo de agua, donde se hicieron los juegos olímpico de 2008. Para llegar nos tomamos un metro, y ahí nos dimos cuenta que el metro en china es medio raro, tenés detector de metales para entrar y te hacen pasar todo lo que tengas por un scanner. Tienen como una psicosis con que les hagan un atentado o algo por el estilo.  El parque está todo iluminado y lleno de gente, lo usan como atractivo turístico y como paseo para los locales, ya que es una zona toda cerrada donde no hay autos ni ómnibus, es todo peatonal. Lo tienen muy bien mantenido porque se están postulando a hacer en 2022 algún juego en esa ciudad. Estuvo muy bueno caminar por ahí, por lugares donde los hemos visto por la tele y nunca te imaginas que vas a andar caminando algún día. Nos fuimos en otro metro al hostel, llegamos bastante tarde y cansados después de todas esas vueltas.


DÍA 1 – Llegada a Beijing


Salimos caminando temprano hacia la parada de metro que nos llevaría hasta el aeropuerto y llegamos sin problemas. Al llegar a Beijing dentro del aeropuerto teníamos que tomarnos un tren interno para retirar las valijas, algo nunca visto. Después de salir conseguimos una camioneta que nos llevara a los 19 hasta el hostel. Estábamos a 20km de distancia pero el tráfico era impresionante así que demoramos 2hs en llegar. Nos dejo en el hotel más tarde de lo que pensamos, pero estábamos muy bien ubicados así que igualmente salimos a recorrer un poco la zona caminando. Estábamos cerca de la plaza Tiananmen y de la Ciudad Prohibida. Caminamos por las calles y nos metimos en unos mercados y calles típicas chinas donde había de todo un poco, comidas raras, olores diferentes, gente que nos miraba mucho, éramos los bichos raros del lugar. En el mismo hostel contratamos la excursión, previo regateo del precio, para ir a la muralla china al día siguiente. Frente al hostel había un cartel que decía pizza, y entre tanta letra china nos llamo la atención. Estábamos cansados y queríamos comer algo que conociéramos, así que fuimos para ahí. Estaba muy rica, lo único malo que pedimos 4 pizzas y las trajeron a todas con media hora de diferencia entre ellas. Nos fuimos a dormir porque a las 7 nos pasaban a buscar para ir a la muralla.
 






 

1 jun 2015

DÍA 6 - Templo Sensoji, mercado, Parque Ueno, Estadío Nacional de Tokio y Shibuya


Arrancamos para el Templo Sensoji que quedaba muy cerca del hostel, era un día hermoso de sol y una temperatura ideal para caminar. Al llegar al templo ya de arranque nos gustó un poco más que los anteriores, estaba todo muy bien mantenido y con lindos colores. Estaban las típicas construcciones japonesas con esos techos bien característicos y unos parques con flores muy bien cuidados. La gente en Japón es muy respetuosa de sus cosas y las cuidan mucho para poder disfrutarlas. Detrás del templo había un mercado, una especie de feria donde se podía encontrar de todo. Muchos puestos uno al lado del otro, que vendían desde comida hasta souvenirs.





 
 
Después de caminar por ahí, y comprar la banderita de Japón, seguimos camino hacia el parque Ueno. Nos habíamos comprado algo para comer sentados en el parque, otro picnic improvisado. Luego de comer, salimos a recorrerlo y nos encontramos con escuelas y liceos, niños jugando con sus padres. Nos gustó mucho caminar entre toda esa gente, viendo como los niños jugaban y se divertían. Se notaba que disfrutaban ese lugar y se los veía felices y distendidos. Había también personas mayores caminando por el parque disfrutando de ese hermoso día.



 
 
Nos fuimos mirando el mapa camino hacia el Estadio Nacional, nos tomamos un metro hasta una estación cercana y caminamos un poco por la zona hasta llegar al estadio. Estuvo muy bueno caminar por esas calles ya que sentimos que estábamos en el Tokio que uno ve por la tele. Edificios grandes, calles con mucha gente, grandes empresas, trenes, puestos de comida, autos. Éramos espectadores y parte de todo eso y un poco como que no lo podíamos creer. En una, doblamos 2 cuadras hacia la izquierda, enfilando para el lado del estadio, nos metimos en un callejón y como por arte de magia el ruido de autos y de gente desapareció. No sabemos cómo pasó eso, pero fue así y se disfrutó mucho. Pasamos a estar caminando por el costado de un parque que terminaba en la zona del estadio.
Llegamos a una esquina y vimos lo primero del estadio, una tribuna a medio demoler y grúas alrededor. Fue un poco triste, pero estábamos ahí y no íbamos a perder esa oportunidad. Sacamos nuestras banderas y arrancamos a sacarnos fotos. Había un cartel que decía Estadio Nacional de Tokio puerta Sendagaya, y ahí posamos para las fotos. Arrancamos a dar la vuelta olímpica, como no podía ser de otra manera, para recordar esas copas. En el momento no se nos ocurrió, pero Nacho y Gonzalo que también fueron después, consiguieron unos escombros de las tribunas y nos regalaron un pedacito, así que tenemos en nuestras valijas un pedazo de gloria.
 

 

 
Seguimos camino hasta la estación de tren para ir al cruce famoso Shibuya. Buscando tomar un helado nos metimos sin querer en otro mercadito lleno de gente. Había gente muy rara vestida, una especie de Anime pero raro. Nos fuimos sin nuestro helado, porque queríamos un helado normal, y encontrar algo que no tenga té verde o arroz, es complicado. No existen los palitos de agua por estas zonas del mundo.
 
 
Frente a la estación había una casa de deportes que vendían de todo. Entramos y lo primero que vimos era la remera del Barcelona, obvio que fuimos a buscar si estaba la de Suarez. Estaba la de Suarez y la de Messi, esta última adelante del todo. Sin dudarlo agarramos la número 9 de Suarez y la pusimos encima de la 10 de Messi, para que todo el mundo la pueda ver. Uruguay noma!!!
 
 
Llegamos en metro a Shibuya y al bajar ya se notaba que arriba de la tierra había mucha gente, quisimos salir por una puerta pero le erramos y salimos por otra. Caminamos 2 cuadras y llegamos al cruce que es una esquina donde se juntan 3 calles importantes, por lo tanto el flujo de gente y autos es impresionante. Para poder cruzar los peatones, cortan todos los semáforos de  los autos y los peatones cruzan en todas las direcciones y todas las velocidades. Todo eso dura un minuto y luego arrancan de nuevo los autos. El entretenimiento era cruzar y sacarse fotos en el medio de la calle con toda la gente. Los hicimos como 10 veces!!! En ningún momento perdió la gracia. Era todavía de día y queríamos ver el cruce de noche, así que fuimos a tomar un café a Starbucks para hacer tiempo. Riquísimo el café y algo que comimos que tenía canela que no sabemos bien que era.






Luego fuimos a recorrer un poco las calles de por ahí, buscando el Club Sega que nos habían dicho que estaba bueno. Nos dijeron que jugáramos al tejo. Lo encontramos y fuimos a jugar. Al principio un tejo normal, solo que tenías 2 manguitos y el arco y la mesa eran más grandes. Salió el primer tejo y todo normal, el segundo tejo un poco más chico de lo normal…. Metimos ese tejo chico y la máquina prendio unas luces y se apagó, creímos que había terminado, y arrancaron a salir como 30 tejos juntos. Fue un desquicie de golpear tejos como dos tarados, intentando meter la mayor cantidad. Al meterlos todos nuevamente salieron montones de tejos. Estuvo muy bueno ese tejo al estilo japonés. En ese mismo lugar había otras máquinas que los japoneses jugaban, unos que tocaban el tambor, otro parecido al juego de bailar con las flechitas, pero con las manos y en una pantalla, había dos tipos que iban a una velocidad tremenda. Volvimos al cruce y lo cruzamos por última vez con todas las luces de los edificios prendidos ya que era más de noche. Nos tomamos nuevamente el metro para volver al hostel a dormir. Al otro día nos íbamos tempranito a China.
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