Como estaba planificado llamada 03:00 para salir
rumbo al templo de Abu Simbel, no sabíamos que quedaba tan lejos de Aswan, es a
pocos km de la frontera con Sudán. Fueron como 3 horas de ómnibus o más, como
muchas rutas en Egipto estaban lleno de controles militares que retrasaban un
poco porque revisaban y hablaban con los choferes y los guías de cada ómnibus.
En la primera de esas paradas se subió un seguridad con un arma bastante
grande, ni idea cual, pero grande e intimidatoria jaja. En fin...empezó el
viaje en ómnibus, como mucha gente quedo en los barcos durmiendo por la fiesta de
disfraces estaban casi vacíos entonces se podía ir cada uno en un asiento y
recostarse para dormir un poco más. Nosotros nos sentimos medio mal en el
viaje, como mareados, no sabíamos si era que no habíamos comido o si ya la
falta de sueño se estaba haciendo notar, de verdad este ritmo, "horarios
Lameco" como le decíamos ya nos estaba agotando. Llegamos ya de día, mucho
calor, nos dejaron medio lejitos del templo en si pasamos por el lago
artificial, que se llama Lago Nasser que se creó después de que se hiciera la
represa de Aswan, la cuestión es que este templo fue construido por Ramsés II
para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh (fue un combate de infantería y carros en la que se enfrentaron las fuerzas egipcias del faraón Ramsés II y de los hititas). Está dedicado al culto del propio Ramsés y de los
grandes dioses del Antiguo Egipto, Amón, Ra y Ptah y al lado de los tres se representa a Ramsés como el cuarto gran dios
de Egipto. El propósito del templo era impresionar a los vecinos del sur y reforzar
la influencia de la religión egipcia en la región. Como todos estaba lleno de
estatuas gigantes de los faraones, en este caso de Ramsés II y de jeroglíficos,
impresionantes, la pintura original...es brutal. Lo curioso de este templo es
que fue construido con tal orientación que durante los
días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del solsticio
de invierno, respectivamente) la luz
solar entra hasta el santuario, situado al fondo del templo, e iluminan tres de
las cuatro estatuas que están allí, la del dios Ptah, el dios relacionado con
el inframundo es la única que queda oscura. Se cree que estas fechas podrían
corresponder con el día del cumpleaños y el de la coronación del rey,
respectivamente. Luego el templo lo corren para atrás porque con la
construcción de la represa iba a quedar bajo agua, entonces lo movieron y en
ese traslado los días 22 de octubre y 20 de febrero es cuando la luz solar
entra hasta el santuario. No sabemos si todo esto es casualidad, aunque lo
dudamos...realmente los egipcios estaban muy salados. Al lado del templo grande
está el templo dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza, así como a su esposa
favorita, Nefertari. La fachada está decorada con seis estatuas, cuatro de
Ramsés II y dos de Nefertari. Las seis son de igual tamaño, algo que no es
común ya que las estatuas que representaban al faraón eran más grandes. Una vez
que entras llegas a una sala con seis columnas centrales, esculpidas con la
cabeza de la diosa Hathor. En otra sala hay algunas escenas que muestran a
Ramsés y su esposa ofreciendo sacrificios a los dioses. Al fondo del templo
está el santuario donde hay una estatua de la diosa Hathor. La verdad que no
nos dan los ojos para ver y asombrarnos con todo esto, es increíble estar en
tierras tan antiguas, con tanta historia.
Volvimos despacio hacia el ómnibus
mirando de lejos los 2 templos, nos sentamos en unas "gradas" que
estaban a una distancia considerable que permitía verlos a la vez, conversando
un poco los 2, dándonos cuenta donde estábamos. Sé que esto lo dijimos a lo largo
de todo el blog, pero realmente es un tanto impresionante haber estado allí.
Después de pasar por una feria como hay a la salida de todos los templos,
llegamos al ómnibus para volver a Aswan pero antes de llegar íbamos a pasar por
la represa. Esta represa es una megaconstrucción, diseñada con
el fin de terminar las inundaciones que concurrían en el territorio.
Ahora sí...rumbo al barco para terminar nuestro día.
Llegamos, almorzamos y nos
fuimos a aprontar las cosas porque es el último día, había otra salida por otro
templo pero era muy sobre la hora y todavía seguíamos medio pasados por el
viaje, mareados y como raros entonces no fuimos. Último día en el Nilo...última
noche en el crucero...en la madrugada salíamos hacia el aeropuerto para volar
con destino Sharm El Sheik, último destino del "CNC".
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