1 jun 2015

DÍA 6 - Templo Sensoji, mercado, Parque Ueno, Estadío Nacional de Tokio y Shibuya


Arrancamos para el Templo Sensoji que quedaba muy cerca del hostel, era un día hermoso de sol y una temperatura ideal para caminar. Al llegar al templo ya de arranque nos gustó un poco más que los anteriores, estaba todo muy bien mantenido y con lindos colores. Estaban las típicas construcciones japonesas con esos techos bien característicos y unos parques con flores muy bien cuidados. La gente en Japón es muy respetuosa de sus cosas y las cuidan mucho para poder disfrutarlas. Detrás del templo había un mercado, una especie de feria donde se podía encontrar de todo. Muchos puestos uno al lado del otro, que vendían desde comida hasta souvenirs.





 
 
Después de caminar por ahí, y comprar la banderita de Japón, seguimos camino hacia el parque Ueno. Nos habíamos comprado algo para comer sentados en el parque, otro picnic improvisado. Luego de comer, salimos a recorrerlo y nos encontramos con escuelas y liceos, niños jugando con sus padres. Nos gustó mucho caminar entre toda esa gente, viendo como los niños jugaban y se divertían. Se notaba que disfrutaban ese lugar y se los veía felices y distendidos. Había también personas mayores caminando por el parque disfrutando de ese hermoso día.



 
 
Nos fuimos mirando el mapa camino hacia el Estadio Nacional, nos tomamos un metro hasta una estación cercana y caminamos un poco por la zona hasta llegar al estadio. Estuvo muy bueno caminar por esas calles ya que sentimos que estábamos en el Tokio que uno ve por la tele. Edificios grandes, calles con mucha gente, grandes empresas, trenes, puestos de comida, autos. Éramos espectadores y parte de todo eso y un poco como que no lo podíamos creer. En una, doblamos 2 cuadras hacia la izquierda, enfilando para el lado del estadio, nos metimos en un callejón y como por arte de magia el ruido de autos y de gente desapareció. No sabemos cómo pasó eso, pero fue así y se disfrutó mucho. Pasamos a estar caminando por el costado de un parque que terminaba en la zona del estadio.
Llegamos a una esquina y vimos lo primero del estadio, una tribuna a medio demoler y grúas alrededor. Fue un poco triste, pero estábamos ahí y no íbamos a perder esa oportunidad. Sacamos nuestras banderas y arrancamos a sacarnos fotos. Había un cartel que decía Estadio Nacional de Tokio puerta Sendagaya, y ahí posamos para las fotos. Arrancamos a dar la vuelta olímpica, como no podía ser de otra manera, para recordar esas copas. En el momento no se nos ocurrió, pero Nacho y Gonzalo que también fueron después, consiguieron unos escombros de las tribunas y nos regalaron un pedacito, así que tenemos en nuestras valijas un pedazo de gloria.
 

 

 
Seguimos camino hasta la estación de tren para ir al cruce famoso Shibuya. Buscando tomar un helado nos metimos sin querer en otro mercadito lleno de gente. Había gente muy rara vestida, una especie de Anime pero raro. Nos fuimos sin nuestro helado, porque queríamos un helado normal, y encontrar algo que no tenga té verde o arroz, es complicado. No existen los palitos de agua por estas zonas del mundo.
 
 
Frente a la estación había una casa de deportes que vendían de todo. Entramos y lo primero que vimos era la remera del Barcelona, obvio que fuimos a buscar si estaba la de Suarez. Estaba la de Suarez y la de Messi, esta última adelante del todo. Sin dudarlo agarramos la número 9 de Suarez y la pusimos encima de la 10 de Messi, para que todo el mundo la pueda ver. Uruguay noma!!!
 
 
Llegamos en metro a Shibuya y al bajar ya se notaba que arriba de la tierra había mucha gente, quisimos salir por una puerta pero le erramos y salimos por otra. Caminamos 2 cuadras y llegamos al cruce que es una esquina donde se juntan 3 calles importantes, por lo tanto el flujo de gente y autos es impresionante. Para poder cruzar los peatones, cortan todos los semáforos de  los autos y los peatones cruzan en todas las direcciones y todas las velocidades. Todo eso dura un minuto y luego arrancan de nuevo los autos. El entretenimiento era cruzar y sacarse fotos en el medio de la calle con toda la gente. Los hicimos como 10 veces!!! En ningún momento perdió la gracia. Era todavía de día y queríamos ver el cruce de noche, así que fuimos a tomar un café a Starbucks para hacer tiempo. Riquísimo el café y algo que comimos que tenía canela que no sabemos bien que era.






Luego fuimos a recorrer un poco las calles de por ahí, buscando el Club Sega que nos habían dicho que estaba bueno. Nos dijeron que jugáramos al tejo. Lo encontramos y fuimos a jugar. Al principio un tejo normal, solo que tenías 2 manguitos y el arco y la mesa eran más grandes. Salió el primer tejo y todo normal, el segundo tejo un poco más chico de lo normal…. Metimos ese tejo chico y la máquina prendio unas luces y se apagó, creímos que había terminado, y arrancaron a salir como 30 tejos juntos. Fue un desquicie de golpear tejos como dos tarados, intentando meter la mayor cantidad. Al meterlos todos nuevamente salieron montones de tejos. Estuvo muy bueno ese tejo al estilo japonés. En ese mismo lugar había otras máquinas que los japoneses jugaban, unos que tocaban el tambor, otro parecido al juego de bailar con las flechitas, pero con las manos y en una pantalla, había dos tipos que iban a una velocidad tremenda. Volvimos al cruce y lo cruzamos por última vez con todas las luces de los edificios prendidos ya que era más de noche. Nos tomamos nuevamente el metro para volver al hostel a dormir. Al otro día nos íbamos tempranito a China.

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