Arrancamos muy temprano ya que nos esperaba un largo camino,
teníamos que tomar un metro hasta la estación de tren de Ueno, de ahí tomarse
otro metro y luego bajarse y tomar otro hasta el Monte fuji. Todo eso nos llevo
como 4 horas de viaje para llegar al Monte Fuji y que estuviera todo nublado y
no se viera nada. Igualmente salimos a caminar por el pueblo que es muy lindo,
donde hay lagos, visitamos el Kawaguchi, y un parque en donde improvisamos un
picnic para almorzar algo y seguir recorriendo. Es un lugar muy tranquilo donde
no hay casi autos ni personas, se deja atrás la locura de Tokio para recorrer
un típico pueblo japonés. Caminamos hasta una zona de altura donde había un
mirador hacia el lago, y luego seguimos subiendo intentando buscar lo más alto
posible para ver si salíamos de las nubes un poco y podíamos ver el Monte Fuji
aunque sea un poco. Resultó que el punto más alto era muy lejos y no llegamos
hasta arriba del todo, igualmente la niebla no desaparecía así que decidimos
bajar por otro lado y arrancar camino a la estación de tren, ya que teníamos
4hs nuevamente de viaje.
Al llegar a la estación empezamos a ver que atrás de
las nubes se veía algo negro, que no sabíamos bien que era. Paso un rato y si,
era el monte, que por fin se dejo ver un poquito. Las nubes se iban abriendo
mientras quedaba cada vez menos luz, pero pudimos ver y sacar fotos del monte.
Con ese poquito de Fuji quedamos impactados, nos imaginamos que verlo un día de
sol pleno debe ser espectacular.
Estábamos volviendo en el tren y para matar un
poco el embole a Gonzalo y Javier se les había ocurrido que querían entre
parada y parada, bajarse a sacar una bebida de las máquinas expendedoras.
Pasaron varias paradas estudiando las ubicaciones de las máquinas y
cronometrando los tiempos para ver si les daba el tiempo de salir, poner las
monedas, apretar la bebida, esperar el cambio, agarrar la botella y volverse a
subir antes que cierre la puerta del tren. Decidieron en que parada lo iban a
hacer y cuando se abrió la puerta bajaron corriendo, hicieron todo tal cual lo
planeado y subieron antes de que cerrara la puerta con Schweppes en la mano, y
además trajeron el cambio. Todo un éxito!!! Los japoneses no entendían nada, y
nosotros gritando y filmando todo.
En el tren Nacho nos dio la idea de ir al otro día al
Estadio Nacional De Tokio, lugar donde Nacional y Peñarol salieron campeones
del mundo. Nos quedamos re copados con la idea de ir a visitar ese lugar tan
importante para nosotros, y que ni se nos había ocurrido ir a visitar. Llegamos
al hostel y empezamos a calcular toda la vuelta del día para poder ir y no
perdernos de nada de lo que íbamos a hacer. Entramos a internet para ver como
ir y donde quedaba, y google nos dio la noticia tan temida, hacía 15 días lo
habían empezado a demoler para hacer uno más moderno. Nos queríamos matar, 15
días!!! Pero bueno, decidimos que queríamos ir igual y estar en ese lugar simbólico
para nosotros. Después de programar el itinerario del día siguiente, nos fuimos
a dormir ya que nos esperaba un día largo.
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