DÍA 3 – Viaje por el día a Brujas
Otra vez
tempranito a tomar el metro para llegar a la zona de atrás del Louvre, de donde
salía el tour para ir a Brujas. Nos subieron a una camioneta donde íbamos con
dos argentinas madre e hija, y 2 Taliandesas. El guía arranco a hablar en
inglés porque entendió que hablábamos todos inglés. Algo entendíamos pero
bueno, era mejor si hablaba en español. Después le dijimos y resultaba que
sabía español, así que repitió todo en español, y ahí entendimos todo. Nos
habló de porque la ciudad se encontraba con todas sus construcciones
originales. Resulta que en la segunda guerra mundial podría haber sido
bombardeada pero un general prometió que si iban a luchar lo iban a hacer
afuera de los muros, para no destruir todo ya que le gustaba mucho la ciudad.
Por este motivo esta todo original. Además nos dijo que cuando vino la
revolución industrial muchas ciudades europeas fueron renovándose, y Brujas no
tuvo la inversión en ese momento y fue muriendo de a poco, perdiendo comercio y
población. Durante años era un pueblo olvidado y viejo, y hoy en día su mayor
atractivo turístico es justamente eso, que todo es de una época que ya no
quedan ciudades de ese estilo. Teníamos como 4 hs de viaje hasta Brujas así que
nos dormimos gran parte del viaje. Llegamos y recorrimos un poco las calles
yendo hacia una zona en donde íbamos a tomar un barquito para pasear por los
canales que tiene. Estuvo muy bueno el recorrido y pudimos ver hermosas
construcciones de épocas antiguas muy bien conservadas. Volvimos hacia el lugar
de salida y teníamos toda la tarde libre para comer y recorrer las calles.
Fuimos a comer a un bar muy lindo y muy sencillo donde comimos muy bien. Luego
a seguir caminando para recorrer los puentes, las calles angostas, los
edificios estilo gótico, las iglesias antiguas, plazas llenas de gente
paseando. Era un muy lindo lugar y muy diferente a cualquier otra ciudad que
conocíamos. Compramos un adornito para llevar de recuerdo y unos chocolates
porque nos dijeron que lo que caracterizaba a Brujas eran los chocolates, la
cerveza y las puntillas. Los chocolates riquisimos, la cerveza muy buena y las
puntillas...para quien le gusta ese estilo estaban lindas también. Seguimos la
vuelta ya acercándonos hacia el lugar donde nos esperaba la camioneta, pero
antes pasamos por algunas casas de ropas para mirar un poco. De más está decir
que la prolijidad y el orden eran impresionantes, no había nada fuera de lugar,
parecía que estabas en un estudio de grabación de una película y que todos eran
actores. Seguimos camino y mirando la iglesia enorme que se veía de lejos,
fuimos hasta la camioneta, aunque nos costó encontrarla un poco. Nuevamente
volvíamos a la ruta camino a París, que la disfrutamos un poco más que a la
ida. Autopistas impecables con muchos carriles donde se maneja realmente rápido
pero muy seguro. Ya en el centro de parís nos volvimos en metro al hostel, para
aprontar todo para irnos al día siguiente a Roma.
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