Averiguamos bien como comprar 2 paseos que queríamos hacer,
ir a una reserva de koalas y kanguros, y también visitar el acuario de Sydney.
Si comprábamos las entradas por internet eran más baratas, así que fue lo que
hicimos. Salimos rumbo a la estación de tren Tawn Hall que quedaba a 2 cuadras.
El tren espectacular, 2 pisos sumamente moderno y rápido. Demoramos como 40
minutos en llegar a una terminal que se llama Black Town. De ahí debíamos
tomarnos un bus interno para llegar a la reserva. La reserva está muy buena y muy
bien mantenida. Los animales andan casi todos sueltos y te pasan por al lado.
Los koalas están en una especie de establo de caballos, donde están los bamboo
y ahí se cuelgan. Nos sacamos foto con uno que trajeron para que posara con
nosotros. Los kanguros andan sueltos los chicos y los más grandes están en un
lugar más apartado. Estuvo muy buena esa visita ya que podes tener más contacto
con los animales comparado con un zoológico normal.
Volvimos al hostel a almorzar y de tarde teníamos la entrada
para el acuario. Al principio parecía no muy prometedor, peceras con pescaditos
chicos, estrellas de mar, alguna tortuguita. Pero a medida que íbamos avanzando
se ponía cada vez mejor la cosa. Empezaron a aparecer peceras gigantes, con
peces cada vez más coloridos y grandes. En cada lugar sacábamos mil fotos,
porque todo nos gustaba, y siempre aparecía uno nuevo con más color que el
anterior.
La frutilla de la torta era una especia de túneles que hay donde uno va caminando y te pasan por arriba todas las especies que te imagines. Los tiburones están encima tuyo, le podes ver los dientes bien de cerca, es algo increíble. Era como estar en una jaula de esas que ves en discovery, pero sin estar mojados y sacando miles de fotos a todo lo que se movía. A todos nos encanto ese lugar, y fue una de las mejores cosas que hemos hecho. En las fotos van a poder apreciar lo que les estoy contando.
Luego
salimos a caminar ya cayendo la noche, por un puente peatonal que hay sobre la
bahía. Caminamos y llegamos a una zona de bolichitos donde pretendimos tomar
una cerveza. El lugar era espectacular y con tremenda vista, obvio que el
precio de la cerveza no era para nosotros, así que nos quedamos con las ganas
de una cerveza. Volvimos al hostel a cenar algo y a dormir.
La frutilla de la torta era una especia de túneles que hay donde uno va caminando y te pasan por arriba todas las especies que te imagines. Los tiburones están encima tuyo, le podes ver los dientes bien de cerca, es algo increíble. Era como estar en una jaula de esas que ves en discovery, pero sin estar mojados y sacando miles de fotos a todo lo que se movía. A todos nos encanto ese lugar, y fue una de las mejores cosas que hemos hecho. En las fotos van a poder apreciar lo que les estoy contando.
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