DÍA 4 – Vaticano, cumple de Ceci.
Era 4 de
agosto así que Ceci estaba de cumpleaños. Como estamos muy lejos de casa no
íbamos a hacer fiesta, y a cambio íbamos a conocer el Vaticano. Habíamos sacado
la entrada por internet hacía meses para no tener que hacer cola al llegar. Nos
tomamos el metro y nos bajamos en la estación más cercana al Vaticano.
Caminamos unas cuadras y llegamos hasta la zona de entradas a los museos del
vaticano. Entramos bastante rápido y arrancamos a recorrer los diferentes
salones del museo. Había muchísimo para ver ya que el lugar es enorme,
empezamos por pinturas de épocas muy antiguas casi todas con personajes
bíblicos obviamente, o representaciones de diferentes pasajes de la Biblia.
Había murales gigantescos y nos preguntábamos como hacían en aquella época para
hacer todo ese arte tan increíble. Recorrimos otros salones donde había
esculturas, y más tarde salimos a un patio interior donde había muchos grupos
de turistas (chinos obviamente) con sus guías explicándoles cosas. Luego fuimos
recorriendo los diferentes corredores con el objetivo de llegar hacia la
Capilla Sixtina. En todos estos corredores se podían ver esculturas, pinturas
en los techos, muebles, y todo lo que puedan imaginar sobre objetos
relacionados al catolicismo. Cuando fuimos a entrar a la capilla decía por
todos lados que no se podía sacar fotos ni filmar, yo venía sacando fotos y ni
me di cuenta cuando ya estábamos adentro, así que tengo una foto sin querer de
la Capilla. Igualmente como siempre en estos lugares no se puede sacar y todo
el mundo saca, pero nosotros respetamos bastante esas normas durante todo el
viaje. La Capilla en sí no tiene mucho de impresionante, es sencilla y casi sin
nada adentro, lo fabuloso es el techo pintado por Miguel Ángel entre 1508 y
1512 por encargo del papa Julio II. Actualmente es la sede del cónclave,
la reunión en la que los cardenales electores del Colegio Cardenalicio eligen a un
nuevo papa.
Después de apreciar un rato ese magnífico techo, salimos por una
puerta intentando seguir rumbo a la Basílica de San Pedro. Nos dijeron que las
excursiones íban por un lado y nosotros por otro, y ahí fue cuando le erramos,
porque al final si hubiéramos seguido a un grupo hubiéramos podido entrar a la
Basílica. Nosotros agarramos para el lado de los museos nuevamente y después de
seguir recorriendo un rato estábamos en la entrada a los museos. Preguntamos y
nos dijeron que para ir a la Basílica había que ir por afuera. Dimos toda la
vuelta y llegamos a la Plaza San Pedro. Estaba lleno de gente por todos lados y
para entrar había colas eternas. Pensamos que al tener la entrada de los museos
y al habernos dicho que fuéramos por ese lado íbamos a poder entrar fácil, pero
no, ya la habíamos cagado. Una guía nos dijo que ahora ya habíamos marchado,
porque tendríamos que haber entrado por adentro del museo al cual ya no
podíamos volver a entrar, así que nos quedamos sin ir a la Basílica. Igualmente
estuvimos recorriendo la plaza apreciando los edificios y la gente que llenaba
todos los rincones. Quisimos hacer la viveza criolla de entrar por donde estaba
saliendo la gente y nos arrimamos a la puerta, pero al llegar vimos que había
mucha seguridad así que no pudimos.
Luego de todo eso salimos caminando por la
Via della Conciliazione que conecta la plaza con el Castel Sant Angelo. Paramos
en un restaurante a comer algo y después recorrimos el parque que rodea a todo
el Castillo.
Después de todo ese recorrido salimos en busca del metro para
volver al hostel, y armamos una cena en la habitación para festejar el cumple
de Ceci. Comimos algo rico y brindamos por este hermoso viaje que ya va llegando
a su fin.
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