4 may 2015

DIA 1 – Batu Caves y Torres Petronas


Después de dormir las horas necesarias y descansar las piernas salimos temprano hacia Batu Caves. El trayecto en tren estuvo bueno, Malasia da la sensación de mezcla de 1er y 3er mundo, las edificaciones son muy de 1er mundo pero algunas cosas un tanto precarias que no pegaban ahí. Desde que llegas a la Batu Cave te “atacan” los monos, no podes llevar nada en bolsas porque interpretan que es comida y comienza una batalla con ellos. Es impresionante el paisaje ahí, infinidad de arboles y rocas, entre eso están los templos y cuando llegas a lo que vendría a ser la entrada se ve una cantidad impresionante de escalones y una estatua dorada gigante en la puerta (no se que representa). A las mujeres les hacen poner una especie de pareo para cubrir las piernas a no ser que lleves pantalón, pero con los 34ºC a la sombra como que no da para ir de pantalón. Subimos los infinitos escalones hasta las cuevas, esquivando monos y sacando fotos. Tuvimos que ir parando alguna vez para tomar un poco de aire. Al llegar entras en una cueva de piedra que tiene como santuarios donde se hacen ceremonias religiosas.





Pudimos ver varias personas que llegaban con unas velas y esperaban a que les hicieran un ritual donde les pintan en la frente el tercer ojo. Las cuevas de piedra parecen construidas por el hombre, pero son totalmente naturales. Luego de recorrerlas nos metimos a un tour que te llevaba a recorrer una cueva totalmente oscura de varios km de largo. Una guía nos fue explicando los diferentes animales que viven allí que señalábamos con nuestras linternas. Algo que estuvo muy bueno fue cuando nos hizo apagar a todos las linternas en una zona donde entraba un viento que venía desde lo profundo de la cueva y nos quedamos unos segundos en total silencio todos. Había un silencio y una paz increíbles en ese lugar. Abrías y cerrabas los ojos y era lo mismo, ya que estaba oscuro de verdad, ni una luz a lo lejos. Daban ganas de quedarse así mucho más tiempo. Seguimos y llegamos a un punto donde no se puede avanzar más ya que más adentro no hay mucho oxígeno. En el techo de la cueva se veía por un agujero los árboles que estaban afuera en la montaña. Otro lugar maravilloso que nos regalo la naturaleza.






Emprendimos la retirada hacia el hostel, donde pusimos a lavar ropa y nos dormimos tremenda siesta. Ni nos enteramos que llovió mucho afuera. Con más fuerza, salimos rumbo a conocer las torres Petronas, muy famosas en Malasia. En su momento fueron las torres gemelas más altas del mundo, hoy ocupan el noveno lugar. Nos tomamos un bus que nos dejo en un costado de las torres, desde lejos ya las podíamos ver. Nos fuimos a una especie de plaza que hay enfrente, y nos sacamos las fotos correspondientes. Las dos torres iluminadas en la noche quedan realmente bien, y nos sacamos lindas fotos. Para subir a la cima hay que pagar y además reservar con tiempo.




Nos metimos a las torres, y en el lobby tuvimos la idea de subir hasta donde pudiéramos. Sin pagar y haciéndonos los vivos, probar suerte y ver que pasaba. Llamamos el ascensor y bajo, se abrió y no había nadie, apretamos el piso más alto que pudimos, que en ese ascensor era el número 3, con esperanza de poder tomar otro allí para seguir subiendo. Se abrió la puerta y no había nadie en ese piso. Habíamos quedado que si alguien nos venía a sacar solo íbamos a decir en inglés la palabra “ticket”. Pasaron dos segundos y apareció un seguridad cagandonos a pedos de que no podíamos estar ahí. Al grito de Ticket Ticket!!! Nos metimos de nuevo en el ascensor rumbo a planta baja, mientras el seguridad nos decía donde se podían comprar tickets. No sabemos si cuenta, pero podemos decir que subimos las Petronas. Recorrimos el shopping que hay debajo de las torres y salimos por la parte de atrás donde hay unas fuentes de aguas de colores que están muy buenas. Nos volvimos al hostel después de un largo día.

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