Llegamos a las 6 de la mañana a Sapa y nos estaban esperando
de la empresa que habíamos contratado el tour. Nos llevaron a desayunar y
después 1 hora de viaje en VAN hasta el hotel. Estábamos cansados porque no
habíamos dormido mucho, así que dormimos un poquito y a las 9:30 partimos hasta
el primer paseo, que era la villa Cat Cat. En Sapa todos los paseos tenían que
ver con las terrazas de arroz y de como vive la gente en esos poblados bastante
rurales. Fuimos con el guía caminando por dentro del poblado donde hay senderos
que tenés casas de un lado y terrazas de arroz del otro lado. Estuvo bueno
poder meterse caminando por todos esos lugares, para conocer como viven y como
cultivan el arroz. Pasamos por una especie de teatro donde había una danza
típica de esa comunidad. Afuera había una cascada entre las piedras, de donde
sacan agua para regar algunas terrazas de arroz. Seguimos caminando y empezamos
a pasar por casas donde había niños jugando que nos empezaron a seguir. Nos
miraban y se reían, y nos acompañaron mientras nos sacábamos fotos. Eran niños
de entre 2 y 5 años que estaban solos cuidándose entre ellos, lo cual en
cualquier parte del mundo sería algo muy peligroso, pero acá no, es parte de su
vida cotidiana. El guía nos explicó que muchos de esos niños por lo general no
iban a la escuela y no sabían leer ni escribir, ya que por lo general entre los
13 y 15 años se casaban y no les quedaba otra que trabajar en las plantaciones
de arroz. La escuela queda muy lejos y no podían hacer todo. Igualmente
últimamente les estaban enseñando a leer y escribir en vietnamita, porque ellos
hablan otro dialecto. El guía les hizo leer su cartel de identificación de la
empresa para ver si sabían y todos juntos iban leyendo las letras, y quedaron
muy contentos de mostrarnos a todos eso. Seguimos caminando y en una arrancaron
a correr hacia unas piedras en un río, se iban sacando la ropa y dejándolas en
las piedras y se metieron al agua a jugar con otros niños que ya estaban ahí.
Algo totalmente natural para ellos y no tan natural para nosotros ver niños
solos haciendo esas cosas. Nos saludaban desde lejos ya dentro del agua. Nos
quedamos un rato entre otras piedras y agua refrescándonos y arrancamos la
vuelta.
Pasamos por una casa donde el guía nos pregunto si queríamos entrar,
era una señora mayor con muchos nietos. Ella hacía carteras y monederos para
vender en el pueblo y los padres de esos niños estaban en las terrazas de
arroz. Un casa muy humilde de barro y madera, con 2 grandes ambientes, la
cocina que era living y comedor con la estufa, y otra donde era la habitación.
En esa casa vivían 5 generaciones, ya que tienen hijos muy jóvenes. Nos fuimos
muy impactados de ver esa realidad desde cerca.
Fuimos
a comer a la ciudad y al hotel porque habíamos caminado mucho y estábamos muy
cansados. Dormimos un poco y salimos de tardecita a recorrer la ciudad de Sapa.
Típica ciudad del interior, plaza, iglesia, supermercado, escuela y un lago
gigante en el medio de la ciudad todo iluminado, muy lindo. En la plaza se
juntan muchos niños a jugar entre ellos con patines, bicicletas, carritos.
Además hay un juego que es más de grandes que es una especie de pelota como de
mimbre que la tiran para arriba y la van dominando entre varios. Estábamos
mirando como lo hacían y de repente la ciudad se quedó sin luz, que volvió en
unos minutos. Fuimos al hotel a buscar a los demás gurises y fuimos todos
juntos a cenar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario