10 jul 2015

DÍA 5 – Sapa


Llegamos a las 6 de la mañana a Sapa y nos estaban esperando de la empresa que habíamos contratado el tour. Nos llevaron a desayunar y después 1 hora de viaje en VAN hasta el hotel. Estábamos cansados porque no habíamos dormido mucho, así que dormimos un poquito y a las 9:30 partimos hasta el primer paseo, que era la villa Cat Cat. En Sapa todos los paseos tenían que ver con las terrazas de arroz y de como vive la gente en esos poblados bastante rurales. Fuimos con el guía caminando por dentro del poblado donde hay senderos que tenés casas de un lado y terrazas de arroz del otro lado. Estuvo bueno poder meterse caminando por todos esos lugares, para conocer como viven y como cultivan el arroz. Pasamos por una especie de teatro donde había una danza típica de esa comunidad. Afuera había una cascada entre las piedras, de donde sacan agua para regar algunas terrazas de arroz. Seguimos caminando y empezamos a pasar por casas donde había niños jugando que nos empezaron a seguir. Nos miraban y se reían, y nos acompañaron mientras nos sacábamos fotos. Eran niños de entre 2 y 5 años que estaban solos cuidándose entre ellos, lo cual en cualquier parte del mundo sería algo muy peligroso, pero acá no, es parte de su vida cotidiana. El guía nos explicó que muchos de esos niños por lo general no iban a la escuela y no sabían leer ni escribir, ya que por lo general entre los 13 y 15 años se casaban y no les quedaba otra que trabajar en las plantaciones de arroz. La escuela queda muy lejos y no podían hacer todo. Igualmente últimamente les estaban enseñando a leer y escribir en vietnamita, porque ellos hablan otro dialecto. El guía les hizo leer su cartel de identificación de la empresa para ver si sabían y todos juntos iban leyendo las letras, y quedaron muy contentos de mostrarnos a todos eso. Seguimos caminando y en una arrancaron a correr hacia unas piedras en un río, se iban sacando la ropa y dejándolas en las piedras y se metieron al agua a jugar con otros niños que ya estaban ahí. Algo totalmente natural para ellos y no tan natural para nosotros ver niños solos haciendo esas cosas. Nos saludaban desde lejos ya dentro del agua. Nos quedamos un rato entre otras piedras y agua refrescándonos y arrancamos la vuelta.
 

 

 
Pasamos por una casa donde el guía nos pregunto si queríamos entrar, era una señora mayor con muchos nietos. Ella hacía carteras y monederos para vender en el pueblo y los padres de esos niños estaban en las terrazas de arroz. Un casa muy humilde de barro y madera, con 2 grandes ambientes, la cocina que era living y comedor con la estufa, y otra donde era la habitación. En esa casa vivían 5 generaciones, ya que tienen hijos muy jóvenes. Nos fuimos muy impactados de ver esa realidad desde cerca.

 
 
Fuimos a comer a la ciudad y al hotel porque habíamos caminado mucho y estábamos muy cansados. Dormimos un poco y salimos de tardecita a recorrer la ciudad de Sapa. Típica ciudad del interior, plaza, iglesia, supermercado, escuela y un lago gigante en el medio de la ciudad todo iluminado, muy lindo. En la plaza se juntan muchos niños a jugar entre ellos con patines, bicicletas, carritos. Además hay un juego que es más de grandes que es una especie de pelota como de mimbre que la tiran para arriba y la van dominando entre varios. Estábamos mirando como lo hacían y de repente la ciudad se quedó sin luz, que volvió en unos minutos. Fuimos al hotel a buscar a los demás gurises y fuimos todos juntos a cenar.
 

 

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