18 jul 2015

DÍA 2 – Palacio Imperial, Buda reclinado y Golden Mount


Salimos temprano en taxi hasta el Palacio Imperial, y la verdad quedamos sorprendidos por lo lindo que era. Ya a esta altura del viaje nos dicen la palabra templo y no queremos saber más nada, pero este era diferente. Era un lugar muy grande, varias manzanas de predio donde había muchos templos de diferentes estilos. La entrada era cara pero valió la pena entrar. Todos colores dorados y budas por todos lados, con detalles de espejos y de mármoles de colores en las paredes. Pasamos mucho calor porque para entrar había que hacerlo de remera y pantalón largo, así que acá también tomamos mucha agua y fuimos parando en cuanta sombra había. En uno de los templos que tiene se encuentra el Buda de Esmeralda. Luego de ahí fuimos a ver el Buda gigante reclinado, que es típico de este país. Con la entrada te daban una botella de agua, así que no pudo ser mejor. Obvio que para entrar, otra vez pantalón, remera y acá también desclazo. Además de este Buda el lugar tenía un parque muy lindo que era inmenso y con muchas estatuas y edificios muy lindos. Por estos lugares son casi todos los edificios parecidos, pero cada uno tiene lo suyo o algo que lo diferencia del otro.





 
 
Ya era el mediodía y arrancamos a caminar para el lado del hotel, aunque quedaba como a 30 cuadras, porque en el camino queríamos ver el Golden Mount, que es como un cerro que arriba del todo tiene un templo y la vista desde ahí nos dijeron que estaba buena. El calor se hacía sentir cada vez más y el hambre también, pero después de un rato llegamos y lo subimos. Era todo por escalera y no era tan alto, así que no se sufrió tanto. Desde arriba se tenía muy linda vista de Bangkok, así que valió la pena.

 
 
Salimos y nos fuimos en taxi al hotel. Tomarse taxi en esta ciudad es complicado ya que nunca te quieren prender el fichero y para todos lados te quieren cobrar 100 o 150 baths, cuando en realidad sabíamos que por 60 o 70 baths llegábamos al hotel. Así que bueno, tenés que parar a muchos hasta que uno acepta prender el fichero. Fuimos con un veterano que era re buena onda, no solo prendió el fichero sino que nos fue conversando re bien. Íbamos pasando frente del hotel y no paró así que le dijimos “acá, acá” pero nos señalo que ahí no podía parar y nos decía “pólice, pólice” matándose de risa. Nos quedamos comiendo algo en el hotel y aprontar las cosas para salir al día siguiente hacia el Río Kwai.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Powered By Blogger