23 jul 2015

DÍA 18 – Rafting


Como no pudimos ir a Nepal por el terremoto, en vez de hacer Rafting ahí, lo íbamos a hacer en Chang Mai. Salimos en varias camionetas en un viaje como de 2hs hasta el lugar donde íbamos a agarras los botes para el rafting. En el camino paramos en un mercado muy bizarro donde vendían todo tipo de comida que se pueda llegar a imaginar uno. Había olores muy fuertes y estaba bravo caminar por esos pasillos tranquilamente. Para espantar las moscas tienen unos ventiladores con unos trapos que giran, encima de la carne o las verduras. Había grillos para comprar para comer, pero teníamos miedo de que nos cayera mal por el viaje, así que no compramos. Luego al llegar Gonzalo había comprado una bolsa de grillos así que nos sacamos las ganas y probamos grillos. Estaban buenos, tienen como gusto a maní y no da nada de asco, comimos varios. Ya en el lugar del rafting nos dieron una charla de seguridad y subimos a los botes. Estábamos bastante desanimados porque el río no tenía mucha agua y no era la idea que teníamos del rafting. Nos dijeron que duraba 2hs y pensamos que iba a ser un embole. Por suerte el guía le metía mucha onda y la cosa arrancó divertida, mojándonos ni bien salimos e intentando hablar en español con nosotros. Ibamos adelante del todo así que teníamos todo para nosotros. Empezaron a venir los lugares de rápidos y se puso más divertido el paseo, tuvimos que remar y hacer fuerza, salir de entre las piedras y rescatar al guía en una que casi se cae al agua. Estuvo bastante bueno al final, y terminamos muertos de cansados.
 
 
 
Volvimos al hotel y nos acostamos temprano porque nos dolía todo. Igualmente como esa madrugada estaba la final de la Champions que jugaba Suarez con el Barcelona, y la iban a pasar en una pantalla en el hotel, me desperté a las 2am para bajar a verla. Valió la pena dormir poco para ver a Luisito hacerle el gol en la cara de Evra. Subí a la habitación que Ceci dormía y la tarjeta no me andaba, baje a que me la cambiaran, y subí nuevamente y tampoco andaba. Toque timbre y golpee la puerta, pero Ceci nada. Tuve que volver a bajar y subir con uno del hotel para que me abriera la puerta. Entre y Ceci seguía durmiendo, recién al otro día se enteró lo que me había pasado. Ni se había dado cuenta que había bajado a ver el partido.

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