En la mañana nos pasaba a buscar la camioneta que nos
llevaba al puerto para irnos en ferry hasta Phi Phi, era como la Cacciola pero
más grande. El viaje no era muy largo pero igual se prestó para mirar avatar en
tailandes, muy lindas las imágenes de la película, no entendí mucho pero parece
estar buena. Ya cuando estábamos llegando se veían las islas desde lejos, una
imagen de postal, el agua bien celeste y las islas con esas paredes de piedras
enormes.
Al llegar al puerto cuando íbamos caminando por el muelle se veía
desde arriba unos pececitos divinos ya eso te avisaba que el snorkel ahí iba a
estar muy bueno. Después de caminar un poco en la arena otro poco en la calle
llegamos al hostel, habíamos leído los comentarios y no eran nada agradables
pero bueno había que llegar y ver. Algunas cosas ya se habían empezado a
cumplir, las camas eran re duras y tenían bastante arena, en la noche había
fiesta porque era como un pub y cuando abrimos la ventana…la cabina del DJ
estaba ahí…se ponía lindo. En fin, son pocas noches. Bajamos a la playa que
estaba mismo en la salida del hostel y la verdad no era para nada linda, la
arena estaba como babosa y tenía olor feo pero bueno no sabíamos mucho a donde
ir y si eran todas las playas iguales o que, nos quedamos tomando mate y
pasando el rato ahí tranquilos. Después de una ducha con agua salada, muy
salada, fuimos a cenar a un lugar que nos habían recomendado, espectacular la
comida! Todo muy rico, barato y con gusto a conocido, no tiene picante que es
muy importante. De ahí nos fuimos a recorrer y terminamos en la playa donde
estaban todos los boliches y nuestro hostel, ahí entendimos porque está tan
asquerosa la playa…el agua estaba totalmente retirada y ahí mismo era toda la
fiesta es típico de una película de fiesta yankee, show con fuegos, trago
gratis si haces tal o cual cosa, pasar por el “limbo”, puf en la arena con unas
mesitas para fumar shisha, música electrónica. Nos dijeron que termina todo a
las 2am sin prorrogas. Esa noche nos quedamos un rato para ver como era la
noche ahí y además queríamos ver también que tan cierto era eso de que cortaban
todo a las 2 para ver si íbamos a poder dormir. Volvimos al hostel, la caja
fuerte que estaba en cada cama vibraba con la música de afuera. En punto
cortaron la música sin previo aviso, la caja fuerte dejo de vibrar y después de
un pequeño inconveniente de convivencia con uno de nuestros compañeros de
cuarto pudimos dormir. A todo esto…Camilo seguía en el curso de Bangkok.
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